Hola, quizás me conozcan de otros threads como La Burbuja de Augusta, el tristemente célebre Tributo a Sviwel, Cine Surrealista [de Luis Buñuel y Alfred Hitchcock a David Lynch] y el más patético de todos Donde los Elemental Summoners comemos caramelos.
Hoy quería comentarles acerca de algo que nos aqueja: la invención del pecado. Para ello preparé esta festiva cita del libro de los libros, un paseo por Sodoma:
Los dos ángeles llegaron a Sodoma al atardecer. Lot estaba sentado a la entrada del pueblo. Apenas los vio, salió a su encuentro, se arrodilló inclinándose profundamente, y les dijo: “Señores míos, les ruego que vengan a la casa de este siervo suyo a pasar la noche. Se lavarán los pies, descansarán y mañana, al amanecer, podrán seguir su camino”. Ellos le respondieron: “No, pasaremos la noche en la plaza”. Pero él insistió tanto, que lo siguieron a su casa, y les preparó comida. Hizo panes sin levadura y comieron.
No estaban acostados todavía cuando los vecinos, es decir los hombres de Sodoma, jóvenes y ancianos, rodearon la casa. Llamaron a Lot y le dijeron: “¿Dónde están esos hombres que llegaron a tu casa esta noche? Mándanoslos afuera, para que los conozcamos”. Lot salió de la casa y se dirigió hacia ellos, cerrando la puerta detrás de sí, y les dijo: “Les ruego, hermanos míos, que no cometan semejante maldad. Miren, tengo dos hijas que todavía son vírgenes. Se las voy a traer para que ustedes hagan con ellas lo que quieran, pero dejen tranquilos a estos hombres que han confiado en mi hospitalidad. Pero ellos le respondieron: “¡Quítate del medio! ¡Eres un forastero y ya quieres actuar como juez! Ahora te trataremos a ti peor que a ellos”. Lo empujaron violentamente y se disponían a romper la puerta. Pero los dos hombres desde adentro extendieron sus brazos; tomaron a Lot, lo introdujeron en la casa y cerraron la puerta. Hirieron de ceguera a los hombres que estaban afuera, desde el más joven hasta el más viejo, de modo que no fueron ya capaces de encontrar la puerta.
Los ángeles visitantes luego advirtieron a Lot que Dios iba a destruir Sodoma en una lluvia de fuego y azufre. Así, Lot y su familia escaparon del pueblo. Sin embargo, la esposa de Lot desobedeció la orden de no mirar hacia atrás y fue convertida en una estatua de sal. Sodoma y su vecina Gomorra fueron destruidas, “y he aquí que, el humo de la tierra subía como el humo de un horno ardiente” (19:28). Génesis, capítulo 19, versos 1 al 11
Un placer, como siempre.
Hoy quería comentarles acerca de algo que nos aqueja: la invención del pecado. Para ello preparé esta festiva cita del libro de los libros, un paseo por Sodoma:
Los dos ángeles llegaron a Sodoma al atardecer. Lot estaba sentado a la entrada del pueblo. Apenas los vio, salió a su encuentro, se arrodilló inclinándose profundamente, y les dijo: “Señores míos, les ruego que vengan a la casa de este siervo suyo a pasar la noche. Se lavarán los pies, descansarán y mañana, al amanecer, podrán seguir su camino”. Ellos le respondieron: “No, pasaremos la noche en la plaza”. Pero él insistió tanto, que lo siguieron a su casa, y les preparó comida. Hizo panes sin levadura y comieron.
No estaban acostados todavía cuando los vecinos, es decir los hombres de Sodoma, jóvenes y ancianos, rodearon la casa. Llamaron a Lot y le dijeron: “¿Dónde están esos hombres que llegaron a tu casa esta noche? Mándanoslos afuera, para que los conozcamos”. Lot salió de la casa y se dirigió hacia ellos, cerrando la puerta detrás de sí, y les dijo: “Les ruego, hermanos míos, que no cometan semejante maldad. Miren, tengo dos hijas que todavía son vírgenes. Se las voy a traer para que ustedes hagan con ellas lo que quieran, pero dejen tranquilos a estos hombres que han confiado en mi hospitalidad. Pero ellos le respondieron: “¡Quítate del medio! ¡Eres un forastero y ya quieres actuar como juez! Ahora te trataremos a ti peor que a ellos”. Lo empujaron violentamente y se disponían a romper la puerta. Pero los dos hombres desde adentro extendieron sus brazos; tomaron a Lot, lo introdujeron en la casa y cerraron la puerta. Hirieron de ceguera a los hombres que estaban afuera, desde el más joven hasta el más viejo, de modo que no fueron ya capaces de encontrar la puerta.
Los ángeles visitantes luego advirtieron a Lot que Dios iba a destruir Sodoma en una lluvia de fuego y azufre. Así, Lot y su familia escaparon del pueblo. Sin embargo, la esposa de Lot desobedeció la orden de no mirar hacia atrás y fue convertida en una estatua de sal. Sodoma y su vecina Gomorra fueron destruidas, “y he aquí que, el humo de la tierra subía como el humo de un horno ardiente” (19:28). Génesis, capítulo 19, versos 1 al 11
Un placer, como siempre.
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