//Varios saben, Sylvarien Quinthani no nace en el Lineage. Tiene un trasfondo muy antiguo. Este personaje ya ha cumplido más de 10 años de rol, creado por mí en una de las primeras campañas de Rol que jugué (AD&D 2da Edición, Terribles problemas en Tragidore). Les presento a la verdadera Sylvarien, una elfa solar maligna a pesar de ser legal (villano típico). Tantos siglos, tantas culturas transitadas, le han hecho ser como es hoy... mas no siempre fue "buena" //
Nombre: Sylvarien Quinthani
Parentezco: Hija adoptiva de Paithan Quinthani
Clase: Hechicera
Categoría: Maga Salvaje
Alineamiento: Legal Maligna
#Hermanos: 1 (desaparecido)
Nativa de: Valinor
Reside en: Distrito de Baröw (Costa Salvaje)
Oficio: Consejera de Kulthanor (Rey de Barow)
Raza: Elfa Solar (+2 INT / +2 Dex / -2 Con / -2 Fue)
Altura: 1.45 cm
Peso: 35 kg
Ojos: Rojos (sin pupila)
Cabellos: Corto, negro rojizo
Fobias: Conejos (muy pronunciada)
Odio Racial: Kobolds (chamanes en especial)
FUE: 08
DES: 19
CON: 10
INT: 21
SAB: 12
CAR: 15
Legados:
PES: Percepción Extra Sensorial (escucha los pensamientos superficiales de las criaturas con las que comparte idioma)
Pericias en armas: Honda; Daga
Pericias en no armas: Leer/Escribir; Leer/Escribir Lenguas Antiguas; Heráldica; Historia Antigua
Idiomas: Élfico, Elfo Arcaico, Draconiano, Bajo Común, Chondathan, Thay, Gnoll y Calimshan.
Personalidad:
Sylvarien es una atípica maga salvaje, quien disfruta disimular su categoría vistiéndose como noble, más precisamente, como guerrera. Suele llevar pantalones símil cuero tachonado (ausente en la CA) con botas, cinturón y cinto, chaquetas bordadas finamente y, como no podía faltar, una capa. En su cintura, se sujeta una enorme funda para espada ancha, donde se envaina (para sorpresa de muchos) una pequeña daga, de dimensiones normales, cuya empuñadura es lo suficientemente grande como para simular la de una poderosa, mistica espada ancha.
Sylvarien desembarcó en el distrito de Barow, luego de culminar sus estudios en las tierras de Calimshan, al este de Faerün. Allí se realizó en una competencia de lógica, venciendo fácilmente a todos sus rivales. De ésta manera, se consagró como la ganadora de dicho evento, y posteriormente, como la consejera del Rey de Barow.
Como sabrán, la maga se aferra celosamente a las reglas, consiguiendo (vaya uno a saber cómo) que el rey aprobara todos sus decretos. Por supuesto, que los pobladores también... si no, pasarían por la horca.
Existe una famosa reputación de la joven maga, la cual indica, claramente, que lee la mente, y sabe cuándo una persona se dirije a ella de manera inapropiada (aún cuando lo piensa!) o cuando no quiere cumplir con sus reglas: todos los criminales, deben ser ejecutados, entendiendo por crimen todo alegato a las leyes de Barow (las cuales fueron propuestas por Sylvarien, y aceptadas por Kulthanor, rey del distrito).
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Fragmentos del Diario de Sylvarien I
//Este fragmento aparece en un tomo de hojas sueltas. Escrito con tinta negra y con caligrafía un tanto diferente a la actual de Sylvarien. El papiro, si bien protegido del paso del tiempo, se encuentra quebradizo y amarillento//
Hacia Thalon:
Una vez había entrado en combate por esta ciudad, y habría sido reconocida por ello. Una vez que me establecí en ella, conseguí un trabajo en la biblioteca, como su custodia.
El primer día, arribaron a mi ciudad un extraño grupo de elfos: 2 hombres (guerreros a mi parecer) y 1 mujer (sacerdotisa... bastante tenebrosa...). Como no ser de otra manera, se me ocurrió recibirlos de la manera más agradable posible: el clásico hechizo de prestidigitación que consiste en manifestar la aparición de una cáscara de banana en el zapato del más alto... hasta sus compañeros se rieron de eso (por supuesto que el destino no se hace nombrar).
Después de dar vueltas por todo el poblado, consiguieron un trabajo: entregar un mensaje en la ciudad de Thalon... a la cual yo debía acudir para realizar una entrega al poderoso mago Saro, quien me había encomendado un artefacto de su creación particular... por supuesto que de forma muy tentadora me dijo: “no lo utilicéis”... así que entre más rápido sea entregado, mejor... Como ellos debían ir a la misma ciudad, decidí honrarlos con mi presencia en su grupo.
Partimos temprano, luego de haber tomado los mapas pertinentes y de haber escogido un camino un poco menos peligroso que aquel que cruza por los cerros oscuros y las montañas del dragón... aunque atravezamos el bosque oscuro... pero seguramente con menos percances que si hubiéramos pasado por los tres.
Una vez que llegamos al bosque oscuro, acampamos al borde de la entrada... salvo la sacerdotisa, quien acampó dentro del mismo... sin importarme demasiado (aunque mi consciencia me requirió el lanzamiento de un conjuro de alarma sobre su campamento). Ojalá hubiera durado un poco más, mi lecho de sueño, cuando la alarma se disparó, me volví hacia la entrada del bosque para observar una sangrienta batalla entre 4 elfos drow y la sacerdotisa... y el otro guerrero... creo que se llamaba Espina Negra. Desde mi posición tenté a los enemigos a que me atacasen a mí... con fallidos resultados. De cualquier manera, no hubiera podido hacer mucho, así que de inmediato tomé el control de la situación: un par de misiles mágicos acabaron con uno... un cantrip despistó a otro... y de repente, sientí en mi hombro un fuerte impacto... y caí al suelo por el dolor. Junto a mí, yacía Espina Negra, malherido... Finalmente, entré en razón y decidí tornarme invisible e ir a buscar refuerzos. Ya lo dice el dicho: “jamás verás a un mago invisible”. Tomé mi silbato de señales y lo empleé con todo mi aire restante; pocos instantes después, llegó un paladín sobre su corcel a ayudarnos, su nombre, era Xandor.
Una vez terminada la carnicería, hallamos una nota en código, que decía: “el buitre devora a su presa con velocidad porque el halcón está cerca...”. Extraño, no?... No para mí... unos instantes después, aclaré el misterio, descifrando la nota, que era una especie de advertencia de que no nos dejaran seguir el camino para que los orcos tomaran posesión de Thalon.
Gracias a Xandor, todos sobrevivimos a la batalla y, luego de descansar, emprendimos camino hacia la ciudad objetivo.
En el bosque, encontramos un peculiar altar con piedras en forma de pentagrama... y una frase que de cierta manera activaba el mecanismo de dicho altar: TEVAACTI. Descubrimos lo que eso significaba... pero antes descubrí una actitud de la necromante que no me pareció demasiado desatada de su alineamiento -jamás confíes en nadie, y nunca dejes la oportunidad de leer la mente de aquellos que te parecen sospechosos (PES)- la observé desde una posición directa, dejar caer la carta que debían llevar a Thalon. Por lo tanto, me acerqué a ella a preguntarle que veía desde allí... me agaché y recogí el sobre con la carta a entregar. instantes después, a falta de un verdadero cerebro en aquel grupo de novatos, develé el misterio, el significado de aquella nota encontrada: ACTÍVATE... la malvada sacerdotisa la pronunció y los cadáveres se alzaron... Liches malformes, Dracoliches... Por supuesto, nosotros, huímos de aquél lugar mientras esas cosas se rearmaban parsimónicamente.
De vuelta en el camino, horas después, nos encontramos con 2 criaturas particulares: un dragón ocre, que nos informó de un problema en Thalon (y que otorgó una espada a Xandor), y un sacerdote de la orden de Ilmarter, llamado Charleus (sí!, mi amigo Charleus me acompañaba de nuevo en la intrincada aventura). Se nos unió y proseguimos camino hasta la ciudad.
Una vez allí, observamos cómo los restos de dos ejércitos luchaban entre sí: Orcos contra Elfos. Apresuradamente, nos dirigimos hacia el lugar del abatalla, para acabar con los intrusos. Un par de esferas llameantes, y problema resuelto. Dentro de la ciudad, nos informaron que la carta que habrían de entregar (que yo tenía) era un mensaje que prevenía una guerra contra Thalos... nos alistamos y nos preparamos para el inminente enfrentamiento.
Me fui a descansar, agobiada, ya que Saro se me habia escapado nuevamente... y debía custodiar aquel artefacto. Me recosté, cerré mis ojos, me dormí... hasta que escuché un cuerno de guerra... ya había comenzado. El combate fue terrible, abismal. Habría durado 1 hora de entera, seguro... incluso el capitán del ejército Elfo se retiró del campo de batalla como un cobarde. Mucho fuego de por medio, y la batalla continuaba en un clima de lluvia (gracias a los dioses, el fuego griego no se apaga con el agua... ni tampoco el fuego mágico).
La batalla culminó cuando Xandor acabó con el último capitán orco... todo había terminado... Sólo teníamos que regresar para cobrar la recompensa y aportar fondos para reconstruir la ciudad de Thalos que habría resultado “quemada”... todos sabemos que el fuego no elige el objetivo...
//La hoja culmina de reverso y no encuentras una continuación de la historia//
Nombre: Sylvarien Quinthani
Parentezco: Hija adoptiva de Paithan Quinthani
Clase: Hechicera
Categoría: Maga Salvaje
Alineamiento: Legal Maligna
#Hermanos: 1 (desaparecido)
Nativa de: Valinor
Reside en: Distrito de Baröw (Costa Salvaje)
Oficio: Consejera de Kulthanor (Rey de Barow)
Raza: Elfa Solar (+2 INT / +2 Dex / -2 Con / -2 Fue)
Altura: 1.45 cm
Peso: 35 kg
Ojos: Rojos (sin pupila)
Cabellos: Corto, negro rojizo
Fobias: Conejos (muy pronunciada)
Odio Racial: Kobolds (chamanes en especial)
FUE: 08
DES: 19
CON: 10
INT: 21
SAB: 12
CAR: 15
Legados:
PES: Percepción Extra Sensorial (escucha los pensamientos superficiales de las criaturas con las que comparte idioma)
Pericias en armas: Honda; Daga
Pericias en no armas: Leer/Escribir; Leer/Escribir Lenguas Antiguas; Heráldica; Historia Antigua
Idiomas: Élfico, Elfo Arcaico, Draconiano, Bajo Común, Chondathan, Thay, Gnoll y Calimshan.
Personalidad:
Sylvarien es una atípica maga salvaje, quien disfruta disimular su categoría vistiéndose como noble, más precisamente, como guerrera. Suele llevar pantalones símil cuero tachonado (ausente en la CA) con botas, cinturón y cinto, chaquetas bordadas finamente y, como no podía faltar, una capa. En su cintura, se sujeta una enorme funda para espada ancha, donde se envaina (para sorpresa de muchos) una pequeña daga, de dimensiones normales, cuya empuñadura es lo suficientemente grande como para simular la de una poderosa, mistica espada ancha.
Sylvarien desembarcó en el distrito de Barow, luego de culminar sus estudios en las tierras de Calimshan, al este de Faerün. Allí se realizó en una competencia de lógica, venciendo fácilmente a todos sus rivales. De ésta manera, se consagró como la ganadora de dicho evento, y posteriormente, como la consejera del Rey de Barow.
Como sabrán, la maga se aferra celosamente a las reglas, consiguiendo (vaya uno a saber cómo) que el rey aprobara todos sus decretos. Por supuesto, que los pobladores también... si no, pasarían por la horca.
Existe una famosa reputación de la joven maga, la cual indica, claramente, que lee la mente, y sabe cuándo una persona se dirije a ella de manera inapropiada (aún cuando lo piensa!) o cuando no quiere cumplir con sus reglas: todos los criminales, deben ser ejecutados, entendiendo por crimen todo alegato a las leyes de Barow (las cuales fueron propuestas por Sylvarien, y aceptadas por Kulthanor, rey del distrito).
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Fragmentos del Diario de Sylvarien I
//Este fragmento aparece en un tomo de hojas sueltas. Escrito con tinta negra y con caligrafía un tanto diferente a la actual de Sylvarien. El papiro, si bien protegido del paso del tiempo, se encuentra quebradizo y amarillento//
Hacia Thalon:
Una vez había entrado en combate por esta ciudad, y habría sido reconocida por ello. Una vez que me establecí en ella, conseguí un trabajo en la biblioteca, como su custodia.
El primer día, arribaron a mi ciudad un extraño grupo de elfos: 2 hombres (guerreros a mi parecer) y 1 mujer (sacerdotisa... bastante tenebrosa...). Como no ser de otra manera, se me ocurrió recibirlos de la manera más agradable posible: el clásico hechizo de prestidigitación que consiste en manifestar la aparición de una cáscara de banana en el zapato del más alto... hasta sus compañeros se rieron de eso (por supuesto que el destino no se hace nombrar).
Después de dar vueltas por todo el poblado, consiguieron un trabajo: entregar un mensaje en la ciudad de Thalon... a la cual yo debía acudir para realizar una entrega al poderoso mago Saro, quien me había encomendado un artefacto de su creación particular... por supuesto que de forma muy tentadora me dijo: “no lo utilicéis”... así que entre más rápido sea entregado, mejor... Como ellos debían ir a la misma ciudad, decidí honrarlos con mi presencia en su grupo.
Partimos temprano, luego de haber tomado los mapas pertinentes y de haber escogido un camino un poco menos peligroso que aquel que cruza por los cerros oscuros y las montañas del dragón... aunque atravezamos el bosque oscuro... pero seguramente con menos percances que si hubiéramos pasado por los tres.
Una vez que llegamos al bosque oscuro, acampamos al borde de la entrada... salvo la sacerdotisa, quien acampó dentro del mismo... sin importarme demasiado (aunque mi consciencia me requirió el lanzamiento de un conjuro de alarma sobre su campamento). Ojalá hubiera durado un poco más, mi lecho de sueño, cuando la alarma se disparó, me volví hacia la entrada del bosque para observar una sangrienta batalla entre 4 elfos drow y la sacerdotisa... y el otro guerrero... creo que se llamaba Espina Negra. Desde mi posición tenté a los enemigos a que me atacasen a mí... con fallidos resultados. De cualquier manera, no hubiera podido hacer mucho, así que de inmediato tomé el control de la situación: un par de misiles mágicos acabaron con uno... un cantrip despistó a otro... y de repente, sientí en mi hombro un fuerte impacto... y caí al suelo por el dolor. Junto a mí, yacía Espina Negra, malherido... Finalmente, entré en razón y decidí tornarme invisible e ir a buscar refuerzos. Ya lo dice el dicho: “jamás verás a un mago invisible”. Tomé mi silbato de señales y lo empleé con todo mi aire restante; pocos instantes después, llegó un paladín sobre su corcel a ayudarnos, su nombre, era Xandor.
Una vez terminada la carnicería, hallamos una nota en código, que decía: “el buitre devora a su presa con velocidad porque el halcón está cerca...”. Extraño, no?... No para mí... unos instantes después, aclaré el misterio, descifrando la nota, que era una especie de advertencia de que no nos dejaran seguir el camino para que los orcos tomaran posesión de Thalon.
Gracias a Xandor, todos sobrevivimos a la batalla y, luego de descansar, emprendimos camino hacia la ciudad objetivo.
En el bosque, encontramos un peculiar altar con piedras en forma de pentagrama... y una frase que de cierta manera activaba el mecanismo de dicho altar: TEVAACTI. Descubrimos lo que eso significaba... pero antes descubrí una actitud de la necromante que no me pareció demasiado desatada de su alineamiento -jamás confíes en nadie, y nunca dejes la oportunidad de leer la mente de aquellos que te parecen sospechosos (PES)- la observé desde una posición directa, dejar caer la carta que debían llevar a Thalon. Por lo tanto, me acerqué a ella a preguntarle que veía desde allí... me agaché y recogí el sobre con la carta a entregar. instantes después, a falta de un verdadero cerebro en aquel grupo de novatos, develé el misterio, el significado de aquella nota encontrada: ACTÍVATE... la malvada sacerdotisa la pronunció y los cadáveres se alzaron... Liches malformes, Dracoliches... Por supuesto, nosotros, huímos de aquél lugar mientras esas cosas se rearmaban parsimónicamente.
De vuelta en el camino, horas después, nos encontramos con 2 criaturas particulares: un dragón ocre, que nos informó de un problema en Thalon (y que otorgó una espada a Xandor), y un sacerdote de la orden de Ilmarter, llamado Charleus (sí!, mi amigo Charleus me acompañaba de nuevo en la intrincada aventura). Se nos unió y proseguimos camino hasta la ciudad.
Una vez allí, observamos cómo los restos de dos ejércitos luchaban entre sí: Orcos contra Elfos. Apresuradamente, nos dirigimos hacia el lugar del abatalla, para acabar con los intrusos. Un par de esferas llameantes, y problema resuelto. Dentro de la ciudad, nos informaron que la carta que habrían de entregar (que yo tenía) era un mensaje que prevenía una guerra contra Thalos... nos alistamos y nos preparamos para el inminente enfrentamiento.
Me fui a descansar, agobiada, ya que Saro se me habia escapado nuevamente... y debía custodiar aquel artefacto. Me recosté, cerré mis ojos, me dormí... hasta que escuché un cuerno de guerra... ya había comenzado. El combate fue terrible, abismal. Habría durado 1 hora de entera, seguro... incluso el capitán del ejército Elfo se retiró del campo de batalla como un cobarde. Mucho fuego de por medio, y la batalla continuaba en un clima de lluvia (gracias a los dioses, el fuego griego no se apaga con el agua... ni tampoco el fuego mágico).
La batalla culminó cuando Xandor acabó con el último capitán orco... todo había terminado... Sólo teníamos que regresar para cobrar la recompensa y aportar fondos para reconstruir la ciudad de Thalos que habría resultado “quemada”... todos sabemos que el fuego no elige el objetivo...
//La hoja culmina de reverso y no encuentras una continuación de la historia//
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