Historias de un Mestizo en tiempos medievales

[HellMetalero]

CONFUCIONES CONTINUAS

Noches placenteras pasaron los tres como una verdadera familia, pero todo no podía ser felicidad en la vida de HellMetalero. Esta vez las pesadillas habían vuelto para hacerle entender que su vida no era ordinaria y que sus preocupaciones no se podían borrar de un día para el otro, las imágenes de su hijo sufriendo los mismos momentos que el ya había vivido se tornaban frecuentes en sus sueños, en todos un mismo final tenían en común. Algo que hacía que el mestizo se levantase abruptamente una y otra vez cada vez que intentaba descansar en aquellas noches, pero igualmente ni Elessar ni Ringwen se percataban de tales sucesos. Todas las noches finalizaban de la misma forma para él, todas las noches salía realizando caminatas nocturnas como si parte de su linaje se sintiese cómodo al caminar bajo la luna para despejar sus pensamientos. Siempre buscando la paz de la eterna oscuridad que brindaban algunos callejones de Giran, en los mismos utilizaba su visión heredada por su parte oscura con ese brillar violáceo que hacía parecer el reencarnar de un demonio en busca de sangre.
Una de esas tantas noches al intentar volver a la posada, pudo ver que su hijo Elessar estaba esperándolo en la entrada de la misma acurrucado en un costado del umbral de la puerta. Cuando se acerco tomo su hijo en brazos quien estaba ya dormido y prosiguió a entrar, pero antes de que pudiese hacer esto último su hijo en brazos gimió como si estuviese teniendo también una pesadilla, lo cual hizo que el mestizo llevase su frente contra la de Elessar como si quisiese entrar en su pesadilla y defenderlo de aquello que lo estaba molestando a su querido hijo. Como por arte de magia el chico paso de una pesadilla a un sueño más placentero y se podía notar con la amplia sonrisa en su rostro.
Al día siguiente Ringwen se levanto exaltada al ver que su amado no estaba en la cama con ella y salió apurada hacia el cuarto de Elessar, pensando que tenía que preparar a su hijo para un nuevo viaje, pero para su sorpresa se encontró que los dos yacían dormidos placenteramente. Aquella escena trajo automáticamente lágrimas de felicidad al rostro de aquella mujer, quien se volvió lentamente a su cuarto con la intención de no molestar a las dos personas que más amaba en su vida.
Pasada la tarde Hell se aboco a conseguir un lugar donde pudiese construir su nuevo hogar para la familia, mientras que Ringwen y Elessar se encargaron de conseguir las provisiones diarias. Mientras que el vástago recorría de forma incesante el camino de los muertos y el valle de flores de Gorgorn, nuevamente pudo avistar aquella elfa paseándose, pero esta vez con un unicornio siguiéndola. Las dudas de Hell empezaron a acrecentar ya que Alibeth nunca fue una persona abocada a la invocación, pero esto no hizo que se decidiese por seguirla en vez de seguir con su tarea de reconocimiento del lugar. Esta vez la elfa no estaba tan elusiva como en anteriores casos y permitió que Hell pudiese seguirla sin percatarse de su presencia, y fue dentro del camino de los muertos y el acceso al valle de los dragones donde ella paro a descansar. Hell mientras se iba acercando pudo percatarse que el unicornio desapareció como por arte de magia, esto último hizo que el mestizo se acercase decidido esta vez a realizar todas las preguntas necesarias a esta persona para despejar toda duda de su procedencia. Estando cerca de aquella mujer que a simple vista parecía totalmente despreocupada, pero afinando un poco la vista Hell pudo observar que en su rostro no pasaba lo mismo, algo preocupaba a aquella mujer. Mas dudas se sumaban a su mente y todas estallaron en el mismo momento cuando Hell dijo: “Perdón pero…”, antes de que pudiese continuar la frase aquella mujer volteo el rostro para dirigir su mirada hacia Hell. El parecido era impresionante tanto que por un momento casi la confunde con aquella amiga que habría desaparecido, pero algunos rasgos de esta elfa se destacaban para desilusionar al mestizo. La misma luego de mirar con un poco de intriga al ver que Hell no terminaba la frase pregunto: “¿Hay algo en lo que pueda ayudarte?”.

[VooDoo]

pa cuando al contunuacion putin?

[HellMetalero]

me toy tomando un parate con el tema de la historia!!
algun dia retomare con ganas

[VooDoo]

se mejor por k la verdad k depue k peliamo ya no ta tan guena la verdad k solo yo le puse vida cuando apareci ahura la verdad me embola (?)

hijo de mil metele con tu "vastágo" k nesito mochi con fury

a ve cuando leveamo putin tenemo k habla con cataca asi farmiamo no wemo putin y suerte un abrazote

[HellMetalero]

Despues de tanto tiempo.....

FALSA TRANQUILIDAD

Los días pasaron sin preocupaciones algunas de aquella bella familia recién formada. Cada integrante realizando una tarea en particular. Hell ya tenía ubicado el lugar donde sería el nuevo lecho, el cual ya estaba casi construido, mientras que Ringwen hacia labores varias para ayudarlo y Elessar disfrutaba del paisaje y sus alrededores. Mientras trabajaba la madera que haría de techo para su nuevo hogar, Hell no podía parar de pensar en aquel fortuito encuentro con aquella elfa. Las palabras que intercambiaron, las semejanzas con aquella amiga que habría marchado hace tiempo ya, el lo recordaba como si estuviese pasando en ese momento, la respuesta a aquella pregunta: “Lamentablemente en este momento no señorita”. En el momento que respondió pudo notarse abiertamente que aquella cara de ilusión que tenía había desaparecido por completo dejando el paso a la usual amargura en su rostro. Intentando marcharse sin decir nada más, es súbitamente interrumpido por aquella elfa que le dice: “Tu rostro dice lo contrario”, aquellas palabras frenaron súbitamente el marchar de HellMetalero, quien estaba más acostumbrado a ser temido que entendido por la mayoría de la gente, agrego: “Puede que diga lo contrario pero…”. Con aquella introducción HellMetalero llego a conocer a una persona especial, una de aquellas que no temían lo que veían y buscaban más de lo que se mostraba en el alma de un ser. Aquella persona se llamaba UmiRyuzaki, siempre que Hell se encontraba con esta elfa las charlas se alargaban y las horas pasaban como si el tiempo tuviese propias alas. Uno de esos tantos días pudo ver que la tranquilidad que tanto disfrutaba se estaba acabando poco a poco, por alguna extraña razón sentía muy profundo en el que algo estaba a punto de acontecer. Mirando hacia atrás, mientras que caminaba a su ya terminado hogar, trataba de figurar si alguien lo estaba siguiendo o algún tipo de esencia peligrosa que lo alertase por completo, pero nada de eso pudo detectar. Como si aquel inminente peligro estuviese ahí pero sería tan infame y longevo que ni siquiera el tan temido vástago pudiese sentirlo completamente u localizarlo para su previa aniquilación.
Llegando a las inmediaciones de su domicilio pudo ver entre los árboles que una humareda atroz se asomaba en el horizonte, lo cual hizo automáticamente soltar el animal que llevaba como presa para alimentar a su familia y correr de forma desesperada hacia su casa. Los temores se hacían cada vez mayores y a medida que corría podía observar que el cielo se tornaba de un rojo tan intenso como el del color de la sangre. Aun siendo atardecer era un espectáculo bastante inusual, pero ninguno de estos paisajes llamaba más la atención a la mente del mestizo que la humareda.
Cuando cruzo los últimos matorrales la visión era aterradora, como sacada de la imagen mental de un psicópata, nuestro amigo pudo observar con terror su domicilio consumirse en llamas tan altas como geiseres infernales saliendo de la misma tierra y cercano a los mismos pudo ver 3 figuras, una de ellas tendida en arrodilladas abrazando a un ser un poco más pequeño. Extendiendo sus manos a aquellas figuras y con una expresión de extravió, como si fuese la de un niño separado brutalmente de sus padres fue acercándose a la escena mas y mas. Las siluetas a medida que se acercaban se hacían más claras, hasta hacerse sumamente reconocibles y cercanas. Al poder observar trémulo y sin poder reaccionar solo preguntas como: “¿Por qué?, ¿Cómo paso?, ¿Cuándo paso?” poblaban su mente de forma tan punzante como una daga traidora arrebatando su vida.
Casi catatónico observando la escena pudo sentir una voz familiar que le susurraba al oído: “¿Realmente creíste que podrías vivir sin mi presencia?”, aquella pregunta hizo que automáticamente se dé cuenta que la tercer figura no estaba ya en donde la había encontrado sino que en cuestión de instantes se encontraba cercana a él, lo cual traía consigo misma un dulce pero nauseabundo aroma a muerte, tratando de voltear su rostro y reconocer quien le hablaba, pero solo pudo observar una figura femenina. Pero su femineidad era distinta a lo usualmente visto, una mezcla del joven espíritu de la raza humana con la belleza que suele portar una drow. Igualmente todas esas conclusiones no tenían un rostro reconocible en un cien por ciento. Además que en esa situación al vástago no le importaba tanto el reconocer a la tercera persona sino poder acercarse a esas dos anteriormente relatadas que eran aun mas familiares. La humareda misma no permitía el correcto contacto visual y las llamas se mezclaban con la misma como si fuese todo parte de una danza espiritual. A medida que se acercaba a esas figuras los susurros no paraban de seguir: “Ahora eh encontrado un estimulo para mi satisfacción… Uno que hará que cumplas con tu promesa… Aquella que me hiciste hace tanto tiempo”. Fue con ese último susurro que sus pupilas se abrieron de forma descomunal y pudieron apreciar la terrible escena con más amplitud de la deseada. Aquella joven figura no era nada más y nada menos que su hijo en un estado similar al que mantenía el padre hace cuestión de momentos, pero con una gran diferencia, sobre sus labios asomaba una mueca de placer cuando pudo observar la segunda figura arrodillada pudo darse cuenta que era Ringwen quien estaba allí. Su amada y la madre de aquella criatura, se encontraba arrodillada frente a su hijo con lo que parecía una herida casi letal por la cual emanaba su hermosa sangre a borbotones. Manchando las vestiduras de Elessar y por momentos su rostro. Cuando intento llegar a ellos de forma desesperada la tercera persona en aquella escena de sacada del mismísimo infierno se apareció al lado de Elessar y lo retiro de la cercanía de su madre con una rapidez nunca antes vista por un mortal al mismo tiempo que decía en voz alta: “El será quien momentáneamente te reemplace y cumpla mis caprichos…. Aquellos que tú te negaste a cumplir”. Con esas últimas palabras Elessar y esa misteriosa mujer desaparecieron completamente y como efecto de su partida el tiempo parecía tomar un cauce más normal, haciendo que Ringwen cállese rendida al suelo a causa de su fatal herida. En aquella fatal noche, Hell pudo sentir que perdió más de lo que alguna vez habría podido imaginar, como si en primer lugar por aquella caprichosa hija no quisiese ceder aquel juguete que el padre dejo de lado. ¿O seria que el padre dejo la vida del vástago a manos de su hija para que su objetivo principal se cumpliese?, fueron esa y más preguntas las que Hell intentaba responderse mientras trataba la herida de su amada en un claro alejado de lo que alguna vez fuese su hogar. Por segunda vez pudo ver que las llamas arrasaban con su felicidad sin dejar rastro de la misma.

[VooDoo]

COPADOOOOOOOOOOOOOO

la frase de siempre
"SEGUI ******!!!!"

un abrazote gelmetalito y cuidate

[HellMetalero]

un poco mas para leer.....

ACORDES DE LA SINFONIA DEL SUFRIMIENTO

La noche llegaba y la pareja podía sentir su frio abrazo como si fuese la misma muerte quien se acercase a pagar una visita, todo aquello sumaba sentimientos siniestros al corazón del vástago, sentimientos de venganza casi incontrolables por momentos, aquella sensación de impotencia hacia que el mestizo se sintiese totalmente inestable mentalmente, hasta que un gemido de su amada lo despertó por completo de sus pesares. Ella que desesperadamente llamaba a su hijo y no hacía más que preguntar:” ¿Por qué?”, en aquellos sueños que tenia mientras era acosada por una fiebre desgarradora, causada por el estado en que se encontraba. Sabiendo que si se quedaban en ese claro por más tiempo Ringwen perdería su vida aquella noche, fue lo que impulso a Hell tomar su amada en brazos y dirigirse hacia el pueblo de Giran. Con la premisa de salvar lo único que le quedaba Hell camino todo el viaje sin importar los peligros ni la fatiga de su cuerpo. Siendo que ni siquiera llevaba sus armas y todo su equipo de combate estaba en aquellas cenizas que fueron alguna vez su hogar.
Aquel camino hacia el poblado era más largo de lo usual y las bestias que lo rondaban parecían acechar como si supiesen instintivamente que una presa fácil estuviese por la zona, pero a medida que alguna bestia se acercaba a la pareja, instintivamente desaparecía de su paso al ver el fulgor rojo en los ojos del vástago, por mas bestia que fuese todo ser vivo tiene un instinto mínimo para saber cuando su vida está en serio peligro a causa de las acciones a tomar, arremeter sin pensar contra el vástago era una de aquellas acciones en esos momentos. Pero aquel fulgor fue disminuyendo poco a poco al ver las luces del poblado.
Al entrar en el mismo el mestizo no pronuncio palabra alguna a los guardias y siguió su camino, los mismos intentaron detenerles, pero el rostro del vástago decía más que mil palabras en esos momentos, lo cual resulto aterrador para los guardias, como si el rostro de Hell pudiese petrificar con solo el contacto visual. Cuando la pareja pasó por el umbral de entrada los guardias volvieron a respirar con un poco mas de tranquilidad como si sus vidas hubiesen dependido de no hacer un solo movimiento. Con un paso más ligero Hell llego a la cofradía de los elfos oscuros que estaba asentada en la ciudad para que los mismos tratasen el malestar que Ringwen llevaba consigo. Al entrar pudo observar que aquel anciano drow que alguna vez lo hubiese desterrado, se encontraba dentro del recinto, y aunque la sorpresa era mutua Hell no se podía permitir gesticular ni una vez más. La determinación reflejada en su rostro era como el filo de una espada a punto de realizar una incisión. Las únicas palabras que el vástago inquirió mientras su amada era transportada a una cama fueron: “Salven a esta mujer… Si para cuando vuelvo su cuerpo yace sin vida en esta cama procuren haberse alejado lo suficiente para que sus vidas no sean las primeras que tome la ira que siento en este momento”. Diciendo esas últimas palabras y reposando a Ringwen lentamente en la cama, el vástago se marcho con el mismo caminar.
Retomando el camino a su derruido hogar en busca de alguna pista o indicio del paradero de su hijo y con miles de pensamientos en su pobre cabeza y corazón, el mestizo siguió su camino aun más decidido. Esta vez con mente serena fue recorriendo en aquella noche sin luz el sendero usando su visión drow, aquella aptitud que últimamente no utilizaba porque la visión de su entorno se tornaba a algo similar a un purgatorio donde cumplía castigos por sus acciones. Pero aquella noche significativa atravesar ese mundo horrible era su deber, para poder demostrar a aquellos caprichosos dioses que su vida y el destino de la misma lo manejaba solo él.
Habiendo llegado al lugar de los hechos, su andar se volvió repentinamente más torpe, ya que todo recuerdo de la situación vivida volvía a su memoria como imágenes tortuosas dispuestas para hacerlo flaquear en el momento más preciso, siendo tal la carga emocional que llevaban sus hombros a cuestas se desplomo de rodillas en las cenizas de su hogar, dando la imagen de un niño desamparado y al punto del llanto. Efectivamente lagrimas derramo su rostro, pero no cualquier tipo de lágrimas, aquellas que alguna vez habían salido en su vida, aquellas rojizas como la sangre brotaban nuevamente. Llevo una de sus manos a su rostro para comprobar aquella húmeda sensación y con su vista pudo apreciarlas como un néctar ultravioleta, adapto su mirada al espectro de colores nuevamente para aceptar aquel color con un dejo de agonía en su rostro. Mientras daba sus últimos suspiros en aquel lugar pudo observar entre las cenizas una bolsa casi derruida con un contenido metálico que reflejaba la poca luz de luna que había en aquel lugar, llegando directo a sus pupilas. Aquel reflejo hizo que mordiese su labio inferior de rabia y recogió la bolsa de entre los escombros. Retirando su contenido dentro de la misma con seguridad, tomo una pieza y la coloco sobre su pecho luego procedió con lentitud con el resto de las piezas ahí dentro. Aquella armadura azul volvía a su propietario con el mismo brillo azul que alguna vez tubo. Con su armadura nuevamente calzada empezó a revolver los escombros en los cuales encontró una de sus espadas gemelas. En el piso donde la encontró daba el aspecto de un hierro viejo y quemado con una empuñadura destruida casi en su totalidad, pero al momento de alzarla mágicamente retomo su color y divina forma como si de un hechizo de magos se tratase. Con más furia aun empezó a usarla para rebanar el resto de los escombros, como quien probase el filo de sus armas antes de ir a un gran combate, entre aquellas maderas quemadas pudo encontrar la otra gemela en el mismo estado que la anterior y sin pensar unos segundos la tomo con su mano libre, haciendo de esta manera el mismo efecto que había pasado con la anterior, luego de esto volvió a adaptar su mirada al espectro infra rojo.
Dentro de las enseñanzas drow hay una que indica no mirar directo a una fuente de luz más aun si es natural utilizando el espectro infra rojo, ya que los daños podrían ser severos para la vista. Pero Hell hacia caso omiso a esa regla y con furia miraba directo a la luna como si en ella fuese a encontrar su objetivo o si se estuviese preparando de forma única para un encuentro. Decidiendo emprender rumbo en busca de algún rastro del pasar de su hijo o la mujer que se lo había llevado, freno sobre sus pasos y pensó: “Primero tengo que comprobar su estado”, lo cual hizo que diese vuelta sobre sus pasos y nuevamente se dirigiese hacia Giran. En su andar pudo percibir que la noche dejaba paso al amanecer y el sol con todo su esplendor paso a paso iniciaba un nuevo ciclo, hecho que iluminaria toda vida en el continente menos la suya, ya que su existencia nuevamente se llenaba de sentimientos de venganza y odio, como solía ser en aquellos tiempos. Pero el no sospechaba siquiera que un nuevo sentimiento podría sumarse esta vez a su travesía y mientras que caminaba el mismo tomaba su corazón de forma única, como si fuese una horda de criaturas asaltando un pueblo con el único objetivo de reinar sobre un área. Con este nuevo sentimiento llegaban preguntas a su mente: “¿Qué debería hacer con mi hijo una vez que lo encontrase?, ¿Podría ser salvado de aquella locura asesina que la maldición del vástago causaba?, ¿Por qué no pude darme cuenta que esto podría pasar al tener un congénere?”. Muchas preguntas pero ni una respuesta, y aunque la mente se veía totalmente nublada no nublaba el sentir de su cuerpo cuando el sol empezó a elevarse con fuerza obligando forzosamente al mestizo volver al espectro de colores su visión. Aunque doloroso fuese el sentimiento de sentir que sus ojos se incineraban, por un breve momento era más refrescante el dolor que todas aquellas preguntas sin respuesta surcando su mente.

[HellMetalero]

continuacion de cap

Cuando retomo su compostura pudo darse cuenta que nuevamente se encontraba frente aquel umbral de Giran por el cual había pasado horas atrás y los mismos guardias se encontraban vigilando el lugar. Esta vez cuando se acerco los guardias intentaron imponerse cruzando sus lanzas para impedir el paso. Hell freno sobre sus pasos y dijo: “Si no me permiten pasar sus gargantas serán las victimas de mis espadas gemelas”, aunque la situación se tornaba tensa y mestizo estaba dispuesto a asesinar con tal de poder ver si ella estaba bien. Cuando estaba a punto de alzar sus gemelas y cargar sobre los guardias aquel anciano drow apareció diciendo: “Dejen entrar a mi nieto o esto se verá como un acto de guerra contra nuestra raza y no creo que quieran cargar con la culpa de extinguir la suya”, los soldados sacaron las lanzas del camino dejando pasar al mestizo sabiendo que las relaciones diplomáticas entre los drows y la raza humana eran muy débiles para crear conmoción con un acto además de que serian severamente castigados si una guerra se desatase por accionar suyo.
Mientras iban caminando a la cofradía drow situada en el pueblo el mestizo inquirió con un tono juguetón: “¿Desde cuándo asumís el cargo de familiar mío?”, el anciano drow al escuchar tal pregunta respondió con un dejo de tristeza en su rostro: “Desde siempre… Pero la seguridad de mi raza fue mi primer objetivo”, el mestizo mirando hacia el piso mientras caminaba pregunto: “¿Qué cambio de ese momento hasta ahora?”, el anciano quedo en silencio con tal pregunta y fue solo cuando llegaron a las puertas de la cofradía que dijo:”Desde el momento de que Shillen es quien quiere tomar las riendas de tu vida”, al escuchar tales palabras el mestizo no hizo más que carcajear. Al parecer los dos habían entendido bien cuáles eran las verdaderas intenciones de Shillen, algo que difería bastante a lo que realmente Kain inicialmente quería que el vástago realizase. Hell pudo darse cuenta que en el momento que los drows no lo veían como amenaza y el hecho de haber aprendido algunas de sus artes por enseñanza de algún maestro era solo por el hecho de que aquella caprichosa les había prometido seguridad a sus devotos o posiblemente un puesto en las filas de las hordas que comandaría el vástago si siguiese dichos caprichos.
Al estar dentro de la cofradía el anciano intento decirle algo al mestizo pero al ver su rostro prefirió no pronunciar palabra alguna y permitió que pasase a los aposentos donde Ringwen se encontraba. Al entrar en los mismos pudo observar que su amada se encontraba reposando sobre su cama ya en condiciones estables. Cuando ella abrió los ojos, el corazón del mestizo tuvo paz al menos por un lapso de tiempo luego de aquella horrible noche, pero la paz se quebrantaría con las palabras que saldrían de boca de su amada: “Perdone señor… ¿Es usted algún familiar mio?”.

[HellMetalero]

continuacion

en este capitulo se dan algunas situaciones que se dieron en el thread "la posada" y trate de mantener los dialogos como se dieron orginalmente en ese thread, no obstante algunos acontecimientos deje de lado porque pasaban inadvertidos por el punto de vista de mi personaje. Sin mas espero que disfruten...

UNA PIADOSA DESPEDIDA Y UN NUEVO VIAJE

Aquellas palabras habrían roto el corazón de cualquier ser con sentimientos en este continente, tanto como en cualquier mundo. El hecho de pensar que tantos momentos felices como tristes habrían de desvanecer de la mente de su amada sin dejar rastro alguno, fue uno de los golpes más duros que el mestizo recibió a lo largo de sus travesías. Forzando una sonrisa en su ya castigado rostro dijo: “Mi perdón por haberle causado tal confusión bella dama… Yo solo…”, aquella pausa generada por el remordimiento en el corazón del mestizo causo un raro sentimiento en Ringwen, quien no podía percibir la gravedad de la situación. Como si fuese una pequeña niña perdida lo único que pudo hacer es insistir preguntando: “¿Pero al menos es alguien que yo conozca?.. Es que los monjes oscuros me dijeron que estuve en una situación en la cual mi salud peligro mucho y no logro encontrar algún rostro conocido entre esta gente…”. Al escuchar las palabras de la dulce voz de su amada y aquella expresión en su rostro, el mestizo no tuvo más opción que voltear su rostro hacia un costado, como quien no quiere ver la dolorosa verdad cara a cara y continuar con aquella frase interrumpida: “Yo solo soy un viajero que se cruzo por pura casualidad con usted en un estado crítico… Siento tener que decirle que no había nadie más en aquel lugar donde la encontré, por lo cual es más que natural que ningún rostro en este cuarto le sea familiar”. Por alguna razón natural los ojos de Ringwen se volvieron sollozos al escuchar tales palabras al mismo tiempo que inquirió: “Pero por alguna razón que desconozco su rostro si me parece familiar”. Esto último hizo que el mestizo mordiese su labio inferior por la rabia que le causaría tener que apagar cualquier tipo de esperanza en la mujer que alguna vez amo con tanto fervor y no pudiendo hacer más que dando la espalda a aquella desorientada elfa oscura, procedió a retirarse del cuarto diciendo: “Insisto que fue solo un encontró fortuito… Si me disculpa debó retirarme… Solo vine a comprobar que se encontraba en buen estado… No se preocupe aquí se encuentra en buenas manos”, diciendo esto último el mestizo alzo su mano en signo de despedida y cruzo el cuarto sin decir palabra más, o al menos esa fue su intención hasta que el anciano Thiefell siguió al mestizo hasta la salida de aquel recinto inquiriendo: “¿Acaso piensas abandonarla en ese estado?”, el mestizo tratando de hacer oídos sordos a la pregunta dio unos pasos y sin más remedio contesto: “Es mejor que sepa la cruda verdad del incidente… Al menos de esta forma podrá descansar tranquila sin que tenga que recordar aquella triste noche y su fatal desenlace… Su ignorancia será la base de su felicidad”, esa frase quedo grabada a fuego en la mente de aquel gran sabio, quien por no ignorar perdió a una hija y forzó a su nieto a vivir los peores tormentos jamás vividos por un ser vivo.
La caminata del mestizo se alargo sin sentido ni dirección alguna desde la entrada del pueblo de Giran hasta la espesura de los bosques que rodeaban el valle del dragón, en su camino aplacaba su furia exterminando cuanta criatura se topase con él, sin piedad alguna por crías o madres de aquellas criaturas que residían en esa zona. Solo un rastro de sangre y conmoción dejaban las huellas de aquel frustrado mestizo. Estando en aquel estado pudo recordar de una leyenda que contaba de un sacerdote que habría alcanzado el punto más alto de iluminación que podría llegar un sacerdote de Shillen, el mestizo solo podía pensar que si esa persona realmente existía el podría llegar a forzarlo a crear un encuentro con aquella caprichosa diosa y zanjar este asunto de una vez por todas. El solo hecho de intentar pelear con un dios ya sonaba ridículo para la mente de cualquier ser vivo en el continente de Aden pero para el parecía la única salida posible a tantos infortunios, pero aquella resolución solo traía más preguntas sin responder: “¿Cómo podría contactar con aquella persona?, ¿Cómo haría para atraer a una diosa a tal infantil trampa?”, por alguna obvia razón nunca se pregunto cómo haría que esta persona hiciese tal cosa por él, sabiendo que el único camino para poder realizarlo sería la confrontación. Mientras todo esto planeaba el mestizo al mismo tiempo que caminaba pudo observar a lo lejos un extraño asentamiento en aquellos bosques que llamaba su atención, sin importar que tipo de lugar fuese se dirigió al mismo rogando que fuese algún tipo de posada donde poder reposar su cansado cuerpo al menos por un momento.
Al abrir la puerta del recinto pudo ver con sorpresa que se trataba de una autentica posada, aquellas donde viajeros solían pasar sus tiempos de ocio, contar anécdotas sobre sus viajes e intercambiar información. El lugar perfecto para poder encontrar información sobre algún tipo de sacerdote que encajase con esas leyendas que tanto había oído, tratando de actuar confidente el mestizo se dirigió hacia la barra y en el camino grita con altanería:”Tabernero dame de tu mejor bebida”, al llegar a la barra lo único que podía pensar era que quizás sea lo único que podría despejar sus dudas, relajarse y concentrarse en los pasos a seguir. Al estar ya en la barra el tabernero respondió: “Si le alcanza con su mejor bolsillo”, mientras el mismo Se agachó, lo suficiente para un enano, y de una puerta pequeña sacó un gran jarrón de vidrio. De otra puerta, un poco más grande, sacó una botella redondeada y ancha, con un líquido marrón dentro. Mientras le servía en el jarrón, le preguntó al mestizo: “Dígame, usted no tiene rostro de lugareño. ¿De dónde viene?”, mientras que escuchaba la pregunta del tabernero, Hell sacaba una cartera pequeña, hecha de piel de keltir. Con la mirada perdida sobre aquel objeto, levanta lentamente su rostro para dirigirlo al tabernero y responder: “A decir verdad no tengo un lugar del cual proceder...”, sumergiéndose nuevamente en sus tan dolorosos recuerdos, los cuales no hacían más que enterrarse en su corazón como pequeñas dagas con el objetivo de mantener una presa viva con el máximo dolor y sufrimiento posible.

[HellMetalero]

seguir leyendo aca...

Apoyando su cartera sobre la barra y tratando de olvidar esos recuerdos al menos por un instante, intento consumir su bebida pero el tumulto que la planta superior sufría y los gritos que de ella provenían, llamaron a la curiosidad del mestizo y antes de poder siquiera probar su bebida se dirigió hacia las escaleras para poder entender el porqué de la situación, al mismo tiempo indicándole al tabernero con señas que protegiese del elixir que había pedido, pero sin poder dar un paso más a través de la escalera, un orco sale de una puerta lateral y lo toma del cuello de la armadura. Con un gruñido lo levanta y dando dos largos y bruscos pasos lo vuelve a sentar en la barra, tales acciones no dieron a tiempo al mestizo a responder aunque el mismo se encontraba con una mano en la empuñadura de una de sus espadas gemelas y al ver que el mestizo estaba a punto de emprender un nuevo conflicto en la posada intuitivamente dijo: “Lo siento, sólo los clientes viejos pueden acceder a esas escaleras…”, y tomando una breve pausa en su hablar explico: “tendrá que estar aquí un buen tiempo si quiere acceder a un cuarto de la Posada del Capuchón Azul”, al escuchar las explicaciones del tabernero y esperando no causar más problemas en aquel lugar, el mestizo retira su mano de la empuñadura y apoya ambas sobre la barra junto a su bebida diciendo: “Disculpe mi intención no fue molestar..”, tratando de retomar el aliento luego de haberse dejado llevar por la adrenalina del momento prosiguió: “No se preocupe que me quedare aquí”. Al ver los buenos modales del mestizo el tabernero intenta disculparse diciendo: “Disculpe usted los modales de Ruk…”, haciendo una pausa aquel enano gira su vista hacia el orco, que no hacía otra cosa más que gruñir, en modo de señalización y prosigue: “es medio retardado, supongo que Paagrio no fue amable con él, aunque tiene una fuerza que podría hacerle frente a cualquier gigante”, al escuchar las descripciones el mestizo gira su vista al orco para poder obtener una perspectiva más detallada de aquel orco, ya que en la conmoción no había podido notar correctamente su agresor, mientras responde: “Entiendo perfectamente”. Tratando de desviar la conversación para que no se repita nuevamente aquella situación a alguna peor el tabernero pregunta: “Dígame, Corredor de Caminos y Caza Criaturas, ¿a qué viene a la Posada?, pues estamos en medio de la nada de Aden, si usted me entiende”. El mestizo al escuchar tales comparaciones pudo recordar sus días de caza con aquella gente que tanto apreciaba y pensó que para poder obtener información sobre aquel que buscaba podría empezar a retomar viejos vicios. Fue así que contesto diciendo: “Si bien en un principio entre a este lugar buscando la paz de un lugar inhóspito como este a decir verdad…”, generando una pausa en su hablar, el mestizo gira nuevamente su rostro al tabernero continuando: “Estoy buscando algún trabajo que solo un caminante como yo pueda hacer”. Tal frase puso al tabernero enano a pensar un rato, como si algo importante entre manos tuviese que resolver, y mirando detalladamente al mestizo, le hace una seña para que se acerase y bajando la voz lo más posible: “Tal vez pueda serme útil, pues hay un trabajillo que necesito que se haga. Por supuesto habrá paga, pero tiene que estar dispuesto…”, viendo que el tabernero estaba en duda de si darle aquella oportunidad o no, el mestizo con astucia al mismo tiempo que una sonrisa macabra destellaba en su rostro contesto: “Solo deme los detalles y yo traeré los resultados deseados”, aquella frase surtió efecto sobre el tabernero quien prosiguió explicando, mientras que una expresión similar a la que Hell tenía en su rostro se estaba formando en aquel enano: “Hay cierta criatura que debo encontrar, tal vez haya oído hablar de él…”, con aquella pausa un diminuto fulgor empezó a destellar de los ojos del enano y prosiguió: “es viejo, muy viejo, tanto que debe haber nacido antes de que tus padres nacieran. Es un Antiguo, y por lo tanto es un drow. Te será difícil encontrarlo, pues es escurridizo”, aquella forma de llamar a un antiguo era bastante intrigante para el mestizo, ya que mencionar a un elfo oscuro como drow era una forma vulgar que las razas de este continente habrían adaptado hace ya tiempo atrás, por lo cual se generaba una mezcla de deseo y repulsión al mismo tiempo en las palabras del tabernero. Fue esa intriga la que hizo que el mestizo se olvidase de un detalle muy importante por segundos, ese antiguo que estaba buscando aquel enano podría ser aquel que él también estaba buscando, pensando en esa situación llevo su mano derecha a su barbilla y mientras que con la misma la frotaba musito: “¿un antiguo?”, aquellas palabras traían también muchos malos recuerdos, de aquellos que se decían seguidores de su devota fe hacia una diosa caprichosa. Tratando de volverse practico en cuanto al asunto respectaba pregunto: “¿Acaso lleva un nombre o característica que lo haga distinto de los demás?”. Fue con esa pregunta que el Posadero se acercó aún más al mestizo, tanto que éste podía sentir el aliento a cerveza del enano, y el olor a alcohol que desprendía. Con un susurro gélido, casi inhumano (¿humano?), dijo: “Cataqclismo su nombre es…”, el enano se estremeció ante el sólo hecho de nombrarlo y prosiguió: “búscalo… pero ten cuidado… yo no me haré responsable si algo te pasa en el camino”. Antes que pudiese emprender algún tipo de pregunta el mestizo pudo observar que una drow le saludaba de forma calurosa, como suele ser en la mayoría de los casos en el género femenino de esta raza, y lo aparta delicadamente de la posición donde estaba para dirigir su atención al tabernero diciendo: “Por favor, dos copas de vino caliente. Si me hace el favor, llévelas a mi mesa”, haciendo una seña hacia una mesa donde un drow se encontraba en un estado cuasi vegetativo, y mientras se disponía a retirarse inquirió: “Tengo muy buen oído...”, señalando sus orejas:” La última vez que le vi me ayudó a terminar un…”, generando una pausa mientras que sonreía de una forma un tanto picara: “trabajito en el cementerio”, mientras que aquella drow se dirigía nuevamente a su mesa, el mestizo pregunto con un tono presuntuoso: “¿Trabajito?”, esperando al menos alguna reacción que pudiese dar indicios para empezar la búsqueda de aquel sujeto, pero el tabernero interrumpió diciendo en un tono más alto: “Cuidado con esa mujer suele venir aquí y conseguir bebidas sin costo, pagadas por los bobos que caen bajo el efecto de su femineidad”, mientras serbia las bebidas que la drow le había solicitado.

[HellMetalero]

y aca tambien :P

Mientras el mestizo meditaba sobre lo ocurrido y pensaba en el hecho de porque el enano no quisiese que un tercero se incluyese en tal búsqueda, el tabernero trataba con una enana que parecía ser su camarera de confianza, aunque la misma mostraba indicios de odiar ese tipo de trabajo o cualquier tipo de acción que sugiriese mover el cuerpo más de dos centímetros por minuto. Aunque pareciese una situación cómica el mestizo trato de concentrarse en lo que más importaba y dijo: “Gracias por el consejo…”, generando una pequeña pausa: “pero volviendo a los que nos compete…”, generando una pausa y esta vez preguntando en un tono más bajo: “¿Lo quieres vivo o muerto?”, tratando de así figurar un poco más la situación que se había dado tan conveniente para él. Aquel tabernero tan ocupado en sus quehaceres se volteo instintivamente al escuchar la pregunta del mestizo y contesto: “Lo quiero vivo…además de que no podrías matarlo ni aunque tuvieras el ejército de los Reyes Elfos de la época de los Gigantes muchacho”. Escuchando tal respuesta hizo pensar al mestizo en el hecho de que relación podría tener ese enano con aquel que mencionaba como antiguo, pero sin intentar buscar respuesta a esa incógnita, bebió de un solo sorbo el contenido de su vaso y se levanto apresuradamente para iniciar su búsqueda sin antes arrojar unas además en la barra por su bebida al mismo tiempo que decía: “Muy bien vivo será entonces...”, generando una pequeña pausa al escuchar la conversación que aquellos drows tenían en su mesa sobre la posible locación donde se encontraba el buscado y prosiguiendo: “Veremos cómo me las apaño”, pensando que aquel lugar llamado “El Cementerio” que se encontraba en las cercanías de Aden podría ser el primer lugar donde iniciar su búsqueda. El tabernero en modo de saludo dijo: “Suerte muchacho…”, generando una pequeña pausa en su despedida continuo: “la necesitarás, créeme. ¡Qué los Dioses te acompañen!”, esa última frase hizo que Hell intuitivamente respondiese: “Los dioses…”, una carcajada salió morbosamente de su boca para luego agregar: “Aquellos que tu nombras solo actúan por capricho y yo me he convertido en nada más que un capricho olvidado por su memoria”.
Absorto en sus pensamientos mientras intentaba salir de aquella posada el mestizo tuvo un último evento poco agradable, un elfo rubio con un traje naranja y una daga azul en la mano irrumpe en su camino suplicándole: “Ayuda, por favor…”, mientras caía rotundamente al suelo a la vez que continuaba diciendo: “Me muero…”, al toparse con el elfo no pudo evitar pensar que fue lo que le había pasado, que llevase con desesperación a pedir ayuda incluso a quien en apariencia no era más que uno de sus mas acérrimos enemigos.
Dejando cualquier prejuicio de lado, ayudo al elfo a reponerse, mientras lo acercaba a la barra diciendo:”Todavía no soy tan asesino como para ver morir a un ser”, de esa forma finalizando su frase apoya el elfo en uno de los taburetes esperando que el tabernero lo ayudase diciendo al mismo tiempo:”Si tienes un curandero a mano o alguna medicina que pueda aliviar el dolor de este joven la pagare con gusto”, lo que hace que aquel tan malherido elfo agradezca con un gesto y diga: “Estaba cazando con un clérigo amigo y fuimos sorprendidos por una patrulla de asaltadores…”, antes de que pudiese continuar con su relato el mismo se desmayo sobre la barra a causa del dolor físico que venía soportando. Al ver que el elfo no podía continuar con su historia y el hecho de que tenía que continuar con su búsqueda fija la mirada sobre el enano diciendo: “Te encargo la salud de este joven, yo iré a buscar a ese que tanto quieres ver”, y sin más complicaciones atraviese la puerta de aquella posada para iniciar su búsqueda.

[KeyzzeR]

Y Me Dejaste Con La Espina Denuevo Si Hay Que Matar Dioses Sabes Que Contas Con Un Orco Inmortal Y Su Espada O Ya Te Olvidaste Me Volvi Inmortal Por Tu Culpa Y La Paliza Que Nos Dio Antaras Y Si De Romper Gente Se Trata Que Mejor Que Un Destroyer O Dos Con El Feo De Voodoo
Segui Que Viene Re Bien

[HellMetalero]

jajajaja ta buena la idea !!! dejame ver bien el flujo de situaciones que tengo que acomodar y despues de eso armare algo groso !!!

[KeyzzeR]

y pa para cuando la continuacion dale che

[VooDoo]

mi ser dios keiser ser mi lacayo yo ser todopoderoso el inmortal!!!

mi groso... el pt

jajajajajajaj

un abrazote dieguito y otro pa vo carly

eta noche sale joda!!!