Cap. 1
El caballero se acerca por el camino, se siente el olor de la ciudad en el aire, el olor de los ajenos a al guerra, de las familias felices, de la gente feliz que en sus casa en este momento duermen. Sin saberlo, sin penzarlo, sin imaginarlo, lo que sucedio en las ultimas horas, lo que cambio y lo que nunca cambiara.
El caballero siguio caminando, su paso era lento y cansino, el paso de un hombre que ya no peude aguantar más, el de un hombre que no cree en nada. Divisa a lo lejos la sombra luminosa de la ciudad, sus luces aunque pocas, bastaban para iluminar el campo cercano. En una de sus manos llevaba una espada cuyo filo estaba partido a la mitad, estaba desgarrada su filo no existia y el mango estaba suelto. En su espalda cargaba un bolso por cuya abertura sobresalia un objeot negro con una especie de pico de botella.
Al llegar a las puertas de la ciudad, el las golpeo con sus nudillos no com osi la tocara para que alguien abriese, sino como si quisiera deshagarse. Y en su situación nadie haria menos.
El vigía de la peurta avisto al hombre que había llegado y abrió la puerta para que este entrara, el vigia reparo rapidamente en el aspecto del extraño, y no pudo evitar ver su cara, en ella una larga cicatriz surcaba toda su longitud desde sus ojos hasta su menton. El hombre pregunto por un lugar para descanzar y tomar una bebida. El vigía señalo la taberna común del pueblo de la que se oían los rumores de gente alegre cantando o simplemente charlando.
El irumpir del hombre en la taberna hizo sobresaltar a todos los allí presentes, todos se voltearon hacia la puerta para ver quien era quien entro. Todos percataron el extraño aspecto cansado del viajero, este se acerco a la barra y pidio algo frio para beber, la cantinera trajo cerveza y este le pidio solo agua.
Pasaron incomodos minutos que se hacian eternos, hasta que uno de los huespedes del bar-taberna se acerco al viajero y pregunto:"de donde vienes, quien eres, pregunto esto sin sentimientos de molestar pero en este pueblo donde rara vez vemos visitantes que no sean mercaderes y donde todos los habitantes conocemos, quisieramos saber que te ha traido a ti, ademas tu aspecto no es de los más comunes, así que si peudes contestarnos seria grandioso", el extraño se dio vuelta y dijo"quizas mañana, hoy debo reponerme de mi vijae, horribles cosas han pasado, no piensen mal, por supeusto les contare, es más esa era mi intencion viniendo a este pueblo, toda la gente debe saber todo lo referido a... a...".
Y el extraño cayo al suelo desmayado, entonces de su bolso rodo una botella y dentro de ella un corazon de color azul intenso brillaba. Todos en el bar se sobresaltaron y los murmullos no tardaron en darse a conocer. Quién era aquel hombre..., qué habia hecho... que cosas horribles vendrian o habian sucedido...
Pero por ahora el hombre solo dormia.
El caballero se acerca por el camino, se siente el olor de la ciudad en el aire, el olor de los ajenos a al guerra, de las familias felices, de la gente feliz que en sus casa en este momento duermen. Sin saberlo, sin penzarlo, sin imaginarlo, lo que sucedio en las ultimas horas, lo que cambio y lo que nunca cambiara.
El caballero siguio caminando, su paso era lento y cansino, el paso de un hombre que ya no peude aguantar más, el de un hombre que no cree en nada. Divisa a lo lejos la sombra luminosa de la ciudad, sus luces aunque pocas, bastaban para iluminar el campo cercano. En una de sus manos llevaba una espada cuyo filo estaba partido a la mitad, estaba desgarrada su filo no existia y el mango estaba suelto. En su espalda cargaba un bolso por cuya abertura sobresalia un objeot negro con una especie de pico de botella.
Al llegar a las puertas de la ciudad, el las golpeo con sus nudillos no com osi la tocara para que alguien abriese, sino como si quisiera deshagarse. Y en su situación nadie haria menos.
El vigía de la peurta avisto al hombre que había llegado y abrió la puerta para que este entrara, el vigia reparo rapidamente en el aspecto del extraño, y no pudo evitar ver su cara, en ella una larga cicatriz surcaba toda su longitud desde sus ojos hasta su menton. El hombre pregunto por un lugar para descanzar y tomar una bebida. El vigía señalo la taberna común del pueblo de la que se oían los rumores de gente alegre cantando o simplemente charlando.
El irumpir del hombre en la taberna hizo sobresaltar a todos los allí presentes, todos se voltearon hacia la puerta para ver quien era quien entro. Todos percataron el extraño aspecto cansado del viajero, este se acerco a la barra y pidio algo frio para beber, la cantinera trajo cerveza y este le pidio solo agua.
Pasaron incomodos minutos que se hacian eternos, hasta que uno de los huespedes del bar-taberna se acerco al viajero y pregunto:"de donde vienes, quien eres, pregunto esto sin sentimientos de molestar pero en este pueblo donde rara vez vemos visitantes que no sean mercaderes y donde todos los habitantes conocemos, quisieramos saber que te ha traido a ti, ademas tu aspecto no es de los más comunes, así que si peudes contestarnos seria grandioso", el extraño se dio vuelta y dijo"quizas mañana, hoy debo reponerme de mi vijae, horribles cosas han pasado, no piensen mal, por supeusto les contare, es más esa era mi intencion viniendo a este pueblo, toda la gente debe saber todo lo referido a... a...".
Y el extraño cayo al suelo desmayado, entonces de su bolso rodo una botella y dentro de ella un corazon de color azul intenso brillaba. Todos en el bar se sobresaltaron y los murmullos no tardaron en darse a conocer. Quién era aquel hombre..., qué habia hecho... que cosas horribles vendrian o habian sucedido...
Pero por ahora el hombre solo dormia.
Comment