Cuando la nada lo es todo, y nada importa, solo lo q te rodea, la locura comienza a surgir en los pensamientos....
El pequeño guerrero descansa entre las tinieblas de la noche, rodeado de los cadaveres que sus propias manos mataron. Todo el ejercito de la ciudad de Goddard, resistiendo la invasion de los orcos...
El baño de fuego para el novato, qien resulta ser el unico q qedo en pie.
Ahora descansa a la luz de la luna, en medio de la soledad, aroma a muerte. Arrodillado, y sosteniendose con su daga, piensa. Sé ágil, sé rapido, sé letal.
Sé ágil.. sé rapido... sé letal....
Imagenes de su entrenamiento vienen a la mente. Su padre, enseñandole los movimientos de un daguero experimentado...
Las bestias de los bosques llegan atraidos por el olor a sangre. Comienza su festin. El guerrero permanece quieto, observando la manada de carroñeros alimentandose de lo q alguna vez fueron sus amigos... y enemigos.
Podria ser él, alimentandolos con su cuerpo, solo q fue lo demasiado agil para los orcos.
Siente un ligero suspiro en su mejilla. La boca del lobo lo mira fijamente, tan cerca de el que siente el calor de su respiracion.. Una ligera sonrisa aparece en el rostro del novato. Hay algo mal dentro de él. Algo q no puede controlar. La sed de muerte lo invade. La mirada lo delata. El lobo permanece alli, deseando devorar a su presa.
La tranquilidad de la llanura bajo la luna se ve interrumpida por el salvaje gemido del lobo sintiendo la muerte en sus venas. El joven baña su arma con sangre de nuevo, disfrutando ver la muerte del salvaje.
Las horas pasan, y el permanece alli, entre los muertos.
El suelo tiembla, y él sigue inmovil. La mirada fija en su daga. Una suave brisa despeina su cabello. Su rostro manchado con sangre orca, se levanta.
El sol esta naciendo. A lo lejos se ve la caballeria real. El Señor del Castillo de Goddard acude al campo de batalla, pero a el no le importa.
45 guerreros orcos murieron en sus manos, enceguecido por la adrenalina e impulsado por el temor a morir, que pronto se convirtio en una insaciable necesidad de matar...
Los caballeros del Rey lo ayudan a ponerse en pie. Él, observandolo todo.
5 Caballeros, y su tan aclamado Rey. En su mente idea posibles movimientos... Ignora a gratitud del Señor del castillo, y se abalanza sobre los caballeros. Desenvaina su daga, se mueve rapido sobre el cuello del primero, esquiva la pesada Dark Legion del segundo, una herida sobre el brazo obliga a soltar la espada, y siente la daga en su pecho, Rapidamente, se deshace de los defensores del Rey, quedando éste cara a cara con su soldado desertor, sin esperar nada mas que la muerte.
De nuevo la soledad para el pequeño guerrero. La sangre corre por el pasto, y el tiene una sonrisa en su rostro. Novato? Yo?
Los cascos de un caballo cercano interrumpen sus pensamientos. Mas gente para matar.. piensa.
Se esconde entre los arboles, preparando una emboscada. La hija del rey, preocupada por la ausencia de su padre, lo busca. El joven la mira. Un extraño sentir comienza en él. La princesa corre hacia el cuerpo de su padre, las lagrimas se mezclan con la sangre en el suelo, los fuertes gritos de dolor corrompen el alma del guerrero, qien observa todo, sin dejarse ver.
"Por que matar? No me mandaron ellos a la guerra? Para matar?"
"Acaso no pueden soportar el dolor de la muerte? Siendo ellos qienes me ordenaron matar a los orcos, poniendo en peligro asi mi propia vida, y no la suya?"
Pero la princesa yacia alli, sosteniendo la cabeza de su padre en su pecho. Las preguntas del joven se desvanecian. Podia sentir el dolor de la muchacha. El remordimiento comienza....
PD: El sanguche de salame que me compre tenia alucinogenos me parece >_>
El pequeño guerrero descansa entre las tinieblas de la noche, rodeado de los cadaveres que sus propias manos mataron. Todo el ejercito de la ciudad de Goddard, resistiendo la invasion de los orcos...
El baño de fuego para el novato, qien resulta ser el unico q qedo en pie.
Ahora descansa a la luz de la luna, en medio de la soledad, aroma a muerte. Arrodillado, y sosteniendose con su daga, piensa. Sé ágil, sé rapido, sé letal.
Sé ágil.. sé rapido... sé letal....
Imagenes de su entrenamiento vienen a la mente. Su padre, enseñandole los movimientos de un daguero experimentado...
Las bestias de los bosques llegan atraidos por el olor a sangre. Comienza su festin. El guerrero permanece quieto, observando la manada de carroñeros alimentandose de lo q alguna vez fueron sus amigos... y enemigos.
Podria ser él, alimentandolos con su cuerpo, solo q fue lo demasiado agil para los orcos.
Siente un ligero suspiro en su mejilla. La boca del lobo lo mira fijamente, tan cerca de el que siente el calor de su respiracion.. Una ligera sonrisa aparece en el rostro del novato. Hay algo mal dentro de él. Algo q no puede controlar. La sed de muerte lo invade. La mirada lo delata. El lobo permanece alli, deseando devorar a su presa.
La tranquilidad de la llanura bajo la luna se ve interrumpida por el salvaje gemido del lobo sintiendo la muerte en sus venas. El joven baña su arma con sangre de nuevo, disfrutando ver la muerte del salvaje.
Las horas pasan, y el permanece alli, entre los muertos.
El suelo tiembla, y él sigue inmovil. La mirada fija en su daga. Una suave brisa despeina su cabello. Su rostro manchado con sangre orca, se levanta.
El sol esta naciendo. A lo lejos se ve la caballeria real. El Señor del Castillo de Goddard acude al campo de batalla, pero a el no le importa.
45 guerreros orcos murieron en sus manos, enceguecido por la adrenalina e impulsado por el temor a morir, que pronto se convirtio en una insaciable necesidad de matar...
Los caballeros del Rey lo ayudan a ponerse en pie. Él, observandolo todo.
5 Caballeros, y su tan aclamado Rey. En su mente idea posibles movimientos... Ignora a gratitud del Señor del castillo, y se abalanza sobre los caballeros. Desenvaina su daga, se mueve rapido sobre el cuello del primero, esquiva la pesada Dark Legion del segundo, una herida sobre el brazo obliga a soltar la espada, y siente la daga en su pecho, Rapidamente, se deshace de los defensores del Rey, quedando éste cara a cara con su soldado desertor, sin esperar nada mas que la muerte.
De nuevo la soledad para el pequeño guerrero. La sangre corre por el pasto, y el tiene una sonrisa en su rostro. Novato? Yo?
Los cascos de un caballo cercano interrumpen sus pensamientos. Mas gente para matar.. piensa.
Se esconde entre los arboles, preparando una emboscada. La hija del rey, preocupada por la ausencia de su padre, lo busca. El joven la mira. Un extraño sentir comienza en él. La princesa corre hacia el cuerpo de su padre, las lagrimas se mezclan con la sangre en el suelo, los fuertes gritos de dolor corrompen el alma del guerrero, qien observa todo, sin dejarse ver.
"Por que matar? No me mandaron ellos a la guerra? Para matar?"
"Acaso no pueden soportar el dolor de la muerte? Siendo ellos qienes me ordenaron matar a los orcos, poniendo en peligro asi mi propia vida, y no la suya?"
Pero la princesa yacia alli, sosteniendo la cabeza de su padre en su pecho. Las preguntas del joven se desvanecian. Podia sentir el dolor de la muchacha. El remordimiento comienza....
PD: El sanguche de salame que me compre tenia alucinogenos me parece >_>
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