Romace para mi niña
Caramba, mi dulce niña,
que rápido vas creciendo;
que tu tiempo de muñecas
¡ya nos ha quedado lejos!
Se ha afinado tu cintura
y a poco tu pelo negro,
cae como una tormenta
a lo largo de tu cuerpo...
Caramba, mi dulce niña,
que me estoy poniendo viejo,
aunque con una sonrisa
me vuelves joven de nuevo.
Manojito de jazmines
que vas llevando en el pecho,
como pimpollos de luna,
que ya vendrán floreciendo;
pichoncito de calandria
irás buscando tu cielo
con un soplido de madre,
vigilándote en el vuelo...
Caramba, mi dulce niña,
que te ha pintado el lucero
dos farolitos de gracia,
que andan regalando sueños,
y yo, no quiero admitirlo
pero me está pareciendo
que el día que no me miren
me habrán de comer los celos;
ya he comprado dos trabucos
cuatro candados y un perro,
para cuidar tus ojazos
de tantos ladrones sueltos...
Caramba, mi dulce niña,
que rápido vas creciendo,
que ahora te pruebas la ropa
y exiges zapatos nuevos.
Ese anillito de plata
que has colocado en tu dedo
luce como una corona,
princesa de mis desvelos.
Y me ha contado tu madre
que envuelta toda en misterio
sueles pintar de rubor
tus cachetitos traviesos.
Y con su lápiz de labios
observándote al espejo,
llena de carmín, y a solas
te dibujas labios gruesos.
Caramba, mi dulce niña,
¡qué rápido vas creciendo!
que tu tiempo de muñecas
ya nos va quedando lejos,
aunque, tal vez sea, nomás,
¡que me estoy poniendo viejo!
Marino Fabianesi..
Este poema me lo hizo mi papa a mi... estaria bueno que haya un rincón asi no???
Caramba, mi dulce niña,
que rápido vas creciendo;
que tu tiempo de muñecas
¡ya nos ha quedado lejos!
Se ha afinado tu cintura
y a poco tu pelo negro,
cae como una tormenta
a lo largo de tu cuerpo...
Caramba, mi dulce niña,
que me estoy poniendo viejo,
aunque con una sonrisa
me vuelves joven de nuevo.
Manojito de jazmines
que vas llevando en el pecho,
como pimpollos de luna,
que ya vendrán floreciendo;
pichoncito de calandria
irás buscando tu cielo
con un soplido de madre,
vigilándote en el vuelo...
Caramba, mi dulce niña,
que te ha pintado el lucero
dos farolitos de gracia,
que andan regalando sueños,
y yo, no quiero admitirlo
pero me está pareciendo
que el día que no me miren
me habrán de comer los celos;
ya he comprado dos trabucos
cuatro candados y un perro,
para cuidar tus ojazos
de tantos ladrones sueltos...
Caramba, mi dulce niña,
que rápido vas creciendo,
que ahora te pruebas la ropa
y exiges zapatos nuevos.
Ese anillito de plata
que has colocado en tu dedo
luce como una corona,
princesa de mis desvelos.
Y me ha contado tu madre
que envuelta toda en misterio
sueles pintar de rubor
tus cachetitos traviesos.
Y con su lápiz de labios
observándote al espejo,
llena de carmín, y a solas
te dibujas labios gruesos.
Caramba, mi dulce niña,
¡qué rápido vas creciendo!
que tu tiempo de muñecas
ya nos va quedando lejos,
aunque, tal vez sea, nomás,
¡que me estoy poniendo viejo!
Marino Fabianesi..
Este poema me lo hizo mi papa a mi... estaria bueno que haya un rincón asi no???
Comment