DODO not DEAD, DODO not DEAD..!!!
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Rincón del dodo
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Originally posted by UmiRyuzaki View PostWenas, pasaba por este rincón y me acordé de una linda historia que escuché una vez. Para los que que están tan interesados en el origen del Dodo, esta historia aunque ficticia, puede darles una idea de lo que realmente pasó.
Sepan que mi intención no es bardealos, ni boquearlos, ni tirarles abajo su rincón, sino simplemente invitarlos a reflexionar. Está historia va dedicada con todas las buenas ondas .
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-El cóndor que quería volar -
Una vez un catamarqueño, que andaba repechando la cordillera, encontró entre las rocas de las cumbres un extraño huevo. Era demasiado grande para ser de gallina. Además hubiera sido difícil que este animal llegara hasta allá para depositario. Y resultaba demasiado chico para ser de avestruz. No sabiendo lo que era, decidió llevárselo. Cuando llegó a su casa, se lo entregó a la patrona, que justamente tenía una pava empollando una nidada de huevos recién colocados. Viendo que más o menos era del tamaño de los otros, fue y lo colocó también a éste debajo de la pava clueca.
Dio la casualidad que para cuando empezaron a romper los cascarones los pavitos, también lo hizo el pichón que se empollaba en el huevo traído de las cumbres. Y aunque resultó un animalito no del todo igual, no desentonaba demasiado del resto de la nidada. Y sin embargo se trataba de un pichón de cóndor. Si señor, de cóndor, como usted oye. Aunque había nacido al calor de la pava clueca, la vida le venía de otra fuente.
Como no tenía de donde aprender otra cosa, el bichito imitó lo que veía hacer. Piaba como los otros pavitos, y seguía a la pava grande en busca de gusanitos, semillas y desperdicios. Escarbaba la tierra, y a los saltos trataba de arrancar las frutitas maduras del tutiá. Vivía en el gallinero, y le tenía miedo a los cuzcos lanudos que muchas veces venían a disputarle lo que la patrona tiraba en el patio de atrás, después de las comidas. De noche se subía a las ramas del algarrobo por miedo de las comadrejas y otras alimañas. Vivía totalmente en la pavada, haciendo lo que veía hacer a los demás.
A veces se sentía un poco extraño. Sobre todo cuando tenía oportunidad de estar a solas. Pero no era frecuente que lo dejaran solo. El pavo no aguanta la soledad, ni soporta que otros se dediquen a ella. Es bicho de andar siempre en bandada, sacando pecho para impresionar, abriendo la cola y arrastrando el ala. Cualquier cosa que los impresione, es inmediatamente respondida con una sonora burla. Cosa muy típica de estos pajarones, que a pesar de ser grandes, no vuelan.
Un mediodía de cielo claro y nubes blancas allá en las alturas, nuestro animalito quedó sorprendido al ver unas extrañas aves que planeaban majestuosas, casi sin mover las alas. Sintió como un sacudón en lo profundo de su ser. Algo así como un llamado viejo que quería despertarlo en lo íntimo de sus fibras. Sus ojos acostumbrados a mirar siempre el suelo en busca de comida, no lograban distinguir lo que sucedía en las alturas. Pero su corazón despertó a una nostalgia poderosa. Y él, ¿por qué no volaba así? El corazón le latió apresurado y ansioso.
Pero en ese momento se le acercó una pava preguntándole lo que estaba haciendo. Se rió de él cuando sintió su confidencia. Le dijo que era un romántico, y que se dejara de tonterías. Ellos estaban en otra cosa. Tenía que ser realista y acompañarla a un lugar donde había encontrado mucha frutita madura y todo tipo de gusanos.
Desorientado el pobre animalito se dejó sacar de su embrujo y siguió a su compañera que lo devolvió a la pavada. Retomó su vida normal, siempre atormentado por una profunda insatisfacción interior que lo hacía sentir extraño.
Nunca descubrió su verdadera identidad de cóndor. Y llegado a viejo, un día murió. Sí, lamentablemente murió en la pavada como había vivido.
¡Y pensar que había nacido para las cumbres!
Había nacido para volar hasta los 7000 metros ¡pero como nadie
volaba..!
El riesgo de morir en la pavada general es muy grande. ¡Como nadie
vuela!
Muchas puertas están abiertas porque nadie las cierra, y otras están
cerradas porque nadie las abre. El miedo al hondazo es terrible, pero
la verdadera protección está en las alturas. Especialmente cuando hay
hambre de elevación... y buenas alas. El que quiere puede...solo hay que
animarse a hacerlo.
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Mi consejo: Me parece bien que admiren las aves exoticas como el dodo y tengan respeto por su especie extinta. Pero en vez de andar llorando su desaparición y vivir lamentándose, ¿por qué no se asocian a Organizaciones no Guvernamentales que luchan por preservar todas las especies que están en vía de extinción? Fundaciones como World Wildlife Found o Vida Silvestre Argentina (que incluso podes adoptar un cóndor o un venado); O Greenpeace, etc? Porque como bien dijo alguien por ahi el dodo ya se extinguió hace mucho tiempo, pero hay muchas especies exóticas que aún tienen la esperanza de seguir viviendo si ustedes colaboran y luchan por ello. Eso por un lado.
Por otra parte apliquen la moraleja a sus vidas también . Si sienten el llamado del cóndor en su corazón,escuchenló háganle caso y dejense llevar, ¡Vuelen alto! ¡Supérense! =D
Con cariño.
Umi
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