Capitulo 1: Nace un rayo de sol
Mi nombre es Umi, nací en una ciudad del 10mo Reino llamada Villa de los Elfos. Un lugar mágico rodeado de bosques y hermosas praderas habitadas por animales extraordinarios y bellísimos. Un lugar donde nunca se esconde el sol, porque nosotros los elfos claros somos hijos del sol, guardianes de la luz.
Allí en mi ciudad se respira el calor de las risas, la bondad y una paz interior incomparable.
Como mi madre es una ninfa del viento, hija de la diosa protectora del árbol madre, y mi padre es un Guía Blanco nací dotada de poderes mágicos. De pequeña mis padres me enseñaron a invocar al dios del viento y a sanar mis heridas mágicamente. Claro que como esto era algo muy nuevo para mi en un principio no supe controlar mi magia y de vez en cuando, debido a mi torpeza, provocaba algún desastre, como matar criaturas inocentes sagradas del bosque, lo cual dejaba a mis padres muy preocupados.
Y fue por eso que me llevaron a la escuela de magia, donde mis maestros me enseñaron a controlar mis poderes y donde también a medida que iba creciendo, fui descubriendo otros poderes ocultos.
Al cumplir 15 años mi padres me llamaron para hablar de algo importante… acudí a su encuentro y mi madre me miraba con lágrimas en los ojos, no parecían lagrimas de tristeza sino de felicidad.
-Hija mía.-dijo mi padre- Ya tienes la edad suficiente para viajar y conocer otros mundos, donde vivirás nuevas aventuras y conocerás otros seres de los que podrás hacerte amigos.
Eres libre de ir donde te lleve el viento pero… ve con cuidado hijita, porque no todos los seres son bondadosos como la gente de nuestra villa. Pueden haber personas que no tengan buenas intenciones e intenten hacerte daño, puede haber gente malvada que intente incluso matarte por diversión o por dinero, pero tu tienes que ser fuerte y valiente, no les temas y defiéndete.
Te encontrarás con seres de todas clases y razas- continuó mi madre- hay seres que son parecidos a nosotros pero de piel oscura, son elfos de la noche que por cierto.. no son muy amigables así que no intentes hacerte amiga de ellos.
Los enanos y los humanos si son amistosos, sin embargo… (mi madre bajó la mirada para ocultar las lágrimas y luego volvió a mirarme muy seriamente) procura no enamorarte de ningún humano… el corazón humano es muy superficial e incapaz de apreciar la belleza interior y pureza de tu corazón… te mucho cuidado mi niña al entregar tu corazón porque si lo pierdes perderás tu esencia y…
Mi madre no pudo retener mas las lágrimas y estalló en llanto, mientras mi padre la abrazaba fuertemente para consolarla.
Antes de partir luego de abrazarlos fuertemente les besé la frente diciendo: ¡Papi, mami, nunca los olvidaré, gracias por todo, los amo!. Y con mis libros de magia a cuestas, mi cetro y unas monedas que mis papis me dieron partí en busca de nuevas aventuras.
Transcurrieron meses antes de que pudiera llegar a un poblado. Por las noches acampaba en los bosques, y cazaba alguna que otra criatura silvestre para comer, que no eran tan ricas como lo que comía en mi villa pero tenía tanta hambre que trataba de no pensar en el sabor y me las devoraba.
Finalmente después de tanto caminar llegue a un pueblo llamado Gludio. Era una ciudad humilde de casitas rusticas y una gran Iglesia en el centro. Había mucha gente sentada vendiendo cosas. Algunos objetos que eran muy extraños para mi, algunos libros viejos y ropa usada. Había un conjuntito que me gustó mucho, y busque entre mis cosas las monedas que me regalaron mis papis, para ver si podría comprarlo. El vendedor miró asombrado las monedas, nunca había visto algo así. Eran monedas élficas hechas de un material mas brillante que el oro, tan brillante que te encandilabas con solo un centello.
-¿Cuánto cuesta ese conjunto señor?-le pregunté señalándole el vestido Devotion (así se llamaba).
El vendedor no sacaba la vista de las monedas...
-¡Disculpe señor!- le volví a decir- ¿podría decirme el precio de ese vestido?
-Te lo doy por 40 monedas de las que tienes (eran 40k)-
-Veamos… 10; 20;30;40… aquí las tiene señor-
-muchas gracias niña, puedes llevarte tu Devotion-
-oh! no señor, gracias a usted!
Y estaba tan emocionada que inmediatamente me lo quería poner. En las afueras de Gludio encontré un arrollo donde bañarme, un arrollo de agua fresca y cristalina. Y luego de refrescarme un poco me dispuse a vestirme. Mientras me arreglaba el pelo mirándome en el reflejo del arrollo, recordé las palabras que mi madre me había dicho cuando era niña: “Mi niña, eres una elfa especial, porque tienes una belleza distinta a las demás, que puede resultar extraña para algunos, pero no debes sentirte mal por ello, tu eres hermosa, no lo olvides. Porta con orgullo esa belleza y tu apellido, recuerda que eres descendiente del dios del mar, y de la diosa del árbol madre”. Al recordar sus palabras y su voz pequeñas lágrimas rodaron por mis mejillas, ¡Como la extrañaba!.
De repente al abrir nuevamente los ojos ví reflejado en el agua otro rostro cerca mío, y al levantar la vista vi un ser que no era como yo, no era ni un elfo claro ni un elfo oscuro ya que no tenía orejas largas y puntiagudas sino cortas y redondeadas. Tenía un cuerpo robusto vestido de una vestimenta rara de metal llamada armadura. Tenía una mirada seria y me miraba fijamente… sentí temor y respondí a mi primer impulso que fue esconderme tras un arbusto. Pero el ser no se fue sino que se acercó donde yo estaba y me tendió su mano diciendo: ¡Hola! Me llamo Okami, ¿tu quien eres?
-Yo.. yo.. yo.. soy Umi! Umi Ryuzaki- dije entre balbuceos- pero no me animaba a salir de mi escondite, “¿Qué era ese ser tan extraño? Será el humano del que me habrá hablado mamá antes de partir?” pensaba…
-¿¿¿Umi Ryuzaki??? Jajajaja que nombre tan extraño tienes!
Yo ofendida intenté huir pero Okami se acercó más con su mano siempre tendida, y esta vez con una leve sonrisa dibujada en su rostro dijo: -Ven Umi, no temas, no te haré daño- quiero que seamos amigos y compañeros de aventuras, y si me demuestras lo fuerte y valiente que eres es muy posible que te unas a mi clan de guerreros-
-¿Clan de guerreros? ¿Qué es un clan? ¿Qué es un guerrero? Pregunté curiosa…
-¡Ven!- dijo tomándome de la mano- te lo explicaré en el camino.
Y así fue como conocí a Okami, mi gran compañero de aventuras…
Continuará
Mi nombre es Umi, nací en una ciudad del 10mo Reino llamada Villa de los Elfos. Un lugar mágico rodeado de bosques y hermosas praderas habitadas por animales extraordinarios y bellísimos. Un lugar donde nunca se esconde el sol, porque nosotros los elfos claros somos hijos del sol, guardianes de la luz.
Allí en mi ciudad se respira el calor de las risas, la bondad y una paz interior incomparable.
Como mi madre es una ninfa del viento, hija de la diosa protectora del árbol madre, y mi padre es un Guía Blanco nací dotada de poderes mágicos. De pequeña mis padres me enseñaron a invocar al dios del viento y a sanar mis heridas mágicamente. Claro que como esto era algo muy nuevo para mi en un principio no supe controlar mi magia y de vez en cuando, debido a mi torpeza, provocaba algún desastre, como matar criaturas inocentes sagradas del bosque, lo cual dejaba a mis padres muy preocupados.
Y fue por eso que me llevaron a la escuela de magia, donde mis maestros me enseñaron a controlar mis poderes y donde también a medida que iba creciendo, fui descubriendo otros poderes ocultos.
Al cumplir 15 años mi padres me llamaron para hablar de algo importante… acudí a su encuentro y mi madre me miraba con lágrimas en los ojos, no parecían lagrimas de tristeza sino de felicidad.
-Hija mía.-dijo mi padre- Ya tienes la edad suficiente para viajar y conocer otros mundos, donde vivirás nuevas aventuras y conocerás otros seres de los que podrás hacerte amigos.
Eres libre de ir donde te lleve el viento pero… ve con cuidado hijita, porque no todos los seres son bondadosos como la gente de nuestra villa. Pueden haber personas que no tengan buenas intenciones e intenten hacerte daño, puede haber gente malvada que intente incluso matarte por diversión o por dinero, pero tu tienes que ser fuerte y valiente, no les temas y defiéndete.
Te encontrarás con seres de todas clases y razas- continuó mi madre- hay seres que son parecidos a nosotros pero de piel oscura, son elfos de la noche que por cierto.. no son muy amigables así que no intentes hacerte amiga de ellos.
Los enanos y los humanos si son amistosos, sin embargo… (mi madre bajó la mirada para ocultar las lágrimas y luego volvió a mirarme muy seriamente) procura no enamorarte de ningún humano… el corazón humano es muy superficial e incapaz de apreciar la belleza interior y pureza de tu corazón… te mucho cuidado mi niña al entregar tu corazón porque si lo pierdes perderás tu esencia y…
Mi madre no pudo retener mas las lágrimas y estalló en llanto, mientras mi padre la abrazaba fuertemente para consolarla.
Antes de partir luego de abrazarlos fuertemente les besé la frente diciendo: ¡Papi, mami, nunca los olvidaré, gracias por todo, los amo!. Y con mis libros de magia a cuestas, mi cetro y unas monedas que mis papis me dieron partí en busca de nuevas aventuras.
Transcurrieron meses antes de que pudiera llegar a un poblado. Por las noches acampaba en los bosques, y cazaba alguna que otra criatura silvestre para comer, que no eran tan ricas como lo que comía en mi villa pero tenía tanta hambre que trataba de no pensar en el sabor y me las devoraba.
Finalmente después de tanto caminar llegue a un pueblo llamado Gludio. Era una ciudad humilde de casitas rusticas y una gran Iglesia en el centro. Había mucha gente sentada vendiendo cosas. Algunos objetos que eran muy extraños para mi, algunos libros viejos y ropa usada. Había un conjuntito que me gustó mucho, y busque entre mis cosas las monedas que me regalaron mis papis, para ver si podría comprarlo. El vendedor miró asombrado las monedas, nunca había visto algo así. Eran monedas élficas hechas de un material mas brillante que el oro, tan brillante que te encandilabas con solo un centello.
-¿Cuánto cuesta ese conjunto señor?-le pregunté señalándole el vestido Devotion (así se llamaba).
El vendedor no sacaba la vista de las monedas...
-¡Disculpe señor!- le volví a decir- ¿podría decirme el precio de ese vestido?
-Te lo doy por 40 monedas de las que tienes (eran 40k)-
-Veamos… 10; 20;30;40… aquí las tiene señor-
-muchas gracias niña, puedes llevarte tu Devotion-
-oh! no señor, gracias a usted!
Y estaba tan emocionada que inmediatamente me lo quería poner. En las afueras de Gludio encontré un arrollo donde bañarme, un arrollo de agua fresca y cristalina. Y luego de refrescarme un poco me dispuse a vestirme. Mientras me arreglaba el pelo mirándome en el reflejo del arrollo, recordé las palabras que mi madre me había dicho cuando era niña: “Mi niña, eres una elfa especial, porque tienes una belleza distinta a las demás, que puede resultar extraña para algunos, pero no debes sentirte mal por ello, tu eres hermosa, no lo olvides. Porta con orgullo esa belleza y tu apellido, recuerda que eres descendiente del dios del mar, y de la diosa del árbol madre”. Al recordar sus palabras y su voz pequeñas lágrimas rodaron por mis mejillas, ¡Como la extrañaba!.
De repente al abrir nuevamente los ojos ví reflejado en el agua otro rostro cerca mío, y al levantar la vista vi un ser que no era como yo, no era ni un elfo claro ni un elfo oscuro ya que no tenía orejas largas y puntiagudas sino cortas y redondeadas. Tenía un cuerpo robusto vestido de una vestimenta rara de metal llamada armadura. Tenía una mirada seria y me miraba fijamente… sentí temor y respondí a mi primer impulso que fue esconderme tras un arbusto. Pero el ser no se fue sino que se acercó donde yo estaba y me tendió su mano diciendo: ¡Hola! Me llamo Okami, ¿tu quien eres?
-Yo.. yo.. yo.. soy Umi! Umi Ryuzaki- dije entre balbuceos- pero no me animaba a salir de mi escondite, “¿Qué era ese ser tan extraño? Será el humano del que me habrá hablado mamá antes de partir?” pensaba…
-¿¿¿Umi Ryuzaki??? Jajajaja que nombre tan extraño tienes!
Yo ofendida intenté huir pero Okami se acercó más con su mano siempre tendida, y esta vez con una leve sonrisa dibujada en su rostro dijo: -Ven Umi, no temas, no te haré daño- quiero que seamos amigos y compañeros de aventuras, y si me demuestras lo fuerte y valiente que eres es muy posible que te unas a mi clan de guerreros-
-¿Clan de guerreros? ¿Qué es un clan? ¿Qué es un guerrero? Pregunté curiosa…
-¡Ven!- dijo tomándome de la mano- te lo explicaré en el camino.
Y así fue como conocí a Okami, mi gran compañero de aventuras…
Continuará
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