Tsuky entro al templo donde su maestro la esperaba para enseñarle nuevas habilidades.
Miró a ambos lados tras cruzar el umbral de columnas que daban acceso al pequeño templo. Vacío. Nadie en toda la sala. ¿Es que ya nadie sigue la fe de Shillen, se preguntó la joven?
Caminando lentamente pudo ver como la pintura de las paredes comenzaba a caerse, los bancos que bordeaban el pasillo central estaban carcomidos por alguna plaga de insectos, las copas y platos de plata que se usaban para los ritos se encontraban ahora oxidados y mellados por la falta de uso. Incluso algún vándalo había desnudado la estatua de su diosa, antiguamente cubierta por una hermosa túnica bordada en seda con hilos de plata.
Desesperada corrió a la sacristía, abrió la puerta de un golpe y miró desesperada al interior. Vio una pequeña figura tendida en un camastro, envuelta en sabanas sucias.
-¡Maestro!
El elfo oscuro levantó la cabeza y la miró con los ojos entrecerrados.
Un hilillo de voz comenzó a fluir de su garganta.
-Tsuky, pequeña. Has vuelto... ya no queda nadie... ellos... vinieron, y nos robaron nuestros secretos.
Tsuky empezó a comprender. Sacó algo de alimento de su mochila, y unas hiervas con las que hizo una infusión.
-Por favor, coma un poco de queso, maestro, y le he preparado una infusión para ayudarle a recuperar las fuerzas.
-Ya no importa, la fe de Shillien ha sido corrompida, ahora ellos le enseñan todos nuestros conjuros a cualquiera, sin importarles si siguen la fe o no. He oído que la gente por todo Aden compra esclavos y les hace aprender nuestros hechizos solo para uso personal.
-Maestro. Por favor. Aún quedamos unos pocos seguidores de la verdadera fe. Saldré al mundo a buscarlos y los traeré a su templo, para que pueda ver con sus propios ojos que la fe de Shillien sigue viva.
Después de esta introducción, paso a inaugurar el rincón del Shillien elder, ya que en este foro aun nadie lo había echo.
Por favor, si aun queda algún Shillien Elder activo en este server, es un buen momento para ponernos en contacto e intercambiar opiniones.
Mi viejo maestro se alegrará de saber que aun quedan algunos ahí fuera que creen que se puede seguir siendo SE sin ser mochila.
Miró a ambos lados tras cruzar el umbral de columnas que daban acceso al pequeño templo. Vacío. Nadie en toda la sala. ¿Es que ya nadie sigue la fe de Shillen, se preguntó la joven?
Caminando lentamente pudo ver como la pintura de las paredes comenzaba a caerse, los bancos que bordeaban el pasillo central estaban carcomidos por alguna plaga de insectos, las copas y platos de plata que se usaban para los ritos se encontraban ahora oxidados y mellados por la falta de uso. Incluso algún vándalo había desnudado la estatua de su diosa, antiguamente cubierta por una hermosa túnica bordada en seda con hilos de plata.
Desesperada corrió a la sacristía, abrió la puerta de un golpe y miró desesperada al interior. Vio una pequeña figura tendida en un camastro, envuelta en sabanas sucias.
-¡Maestro!
El elfo oscuro levantó la cabeza y la miró con los ojos entrecerrados.
Un hilillo de voz comenzó a fluir de su garganta.
-Tsuky, pequeña. Has vuelto... ya no queda nadie... ellos... vinieron, y nos robaron nuestros secretos.
Tsuky empezó a comprender. Sacó algo de alimento de su mochila, y unas hiervas con las que hizo una infusión.
-Por favor, coma un poco de queso, maestro, y le he preparado una infusión para ayudarle a recuperar las fuerzas.
-Ya no importa, la fe de Shillien ha sido corrompida, ahora ellos le enseñan todos nuestros conjuros a cualquiera, sin importarles si siguen la fe o no. He oído que la gente por todo Aden compra esclavos y les hace aprender nuestros hechizos solo para uso personal.
-Maestro. Por favor. Aún quedamos unos pocos seguidores de la verdadera fe. Saldré al mundo a buscarlos y los traeré a su templo, para que pueda ver con sus propios ojos que la fe de Shillien sigue viva.
Después de esta introducción, paso a inaugurar el rincón del Shillien elder, ya que en este foro aun nadie lo había echo.
Por favor, si aun queda algún Shillien Elder activo en este server, es un buen momento para ponernos en contacto e intercambiar opiniones.
Mi viejo maestro se alegrará de saber que aun quedan algunos ahí fuera que creen que se puede seguir siendo SE sin ser mochila.
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