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Estoy preparando una clase para una materia de la facu sobre el arte impreso y los artistas de vanguardias, y repasando la información, encontré algo muy interesante y hermoso que me gustaría compartir con ustedes
:
Interpretación de la estampa de Picasso Minotauro y niña
Interpretación:
No hemos logrado transformar al animal en el interior de nuestro laberinto, el animal en nosotros está tomando ventaja, tramando la venganza.
La grandiosidad del Minotauro se refleja en la frenética contorsión del caballo y en la belleza despedazada que lleva en las grupas. El hombre barbado, que debe ser el defensor, lo vemos huir por la escalera. La escalera no lleva a ninuna parte. Su cabeza vuelta hacia atrás, nos da la dimensión de su miedo.
Solamente una niña enfrenta al Minotauro. Sostiene una vela en alto con una mano y con la otra le ofrece un ramo de flores. Su calma es sorprendente. El enorme Minotauro la clava con su espada, pero ella no parece devolverle la mirada. Sus ojos no lo juzgan, su mirada fija, parece ver otros horrores. Parece no ver el espectro que tiene enfrente. No ve el monstruo. No es conciente del peligro. Su mirada es dulce. Quizá no lo ve como un mostruo. Quizá lo ve como un ser enorme, ciego, falto de amor. Quizá tiene la vela porque necesita iluminar su camino, para ofrecerle flores. Quizá es el símbolo que ella le ofrece, la luz que lleva, es lo que realmente detiene y resuelve el enigma.
Hay siempre un poder más grande: y la violencia nunca habría derrotado al Minotauro. En cierto sentido, el Minotauro nunca podrá ser derrotado. Es también esto una parte de la vida, de nosotros, de la dualidad de la vida. El minotauro no es el mal. Repelente, triste, ligeramente patético y fascinante, es una figura ambigua. Representa algo de nosotros, algo que ha estado ignorado, algo de lo cual hemos perdido el control.
¿Pero a qué podemos apelar cuando este yo irracional se desencadena y enfurece? La respuesta, segùn Picasso, está en la niña, en la pureza del corazón y de las intenciones, en la luz y en la claridad de la visión. Esta aguafuerte es en parte una fábula que pide creer en el poder de los símbolos y en el dulce triunfo de la sabiduría y del amor.
:Interpretación de la estampa de Picasso Minotauro y niña
Interpretación:
No hemos logrado transformar al animal en el interior de nuestro laberinto, el animal en nosotros está tomando ventaja, tramando la venganza.
La grandiosidad del Minotauro se refleja en la frenética contorsión del caballo y en la belleza despedazada que lleva en las grupas. El hombre barbado, que debe ser el defensor, lo vemos huir por la escalera. La escalera no lleva a ninuna parte. Su cabeza vuelta hacia atrás, nos da la dimensión de su miedo.
Solamente una niña enfrenta al Minotauro. Sostiene una vela en alto con una mano y con la otra le ofrece un ramo de flores. Su calma es sorprendente. El enorme Minotauro la clava con su espada, pero ella no parece devolverle la mirada. Sus ojos no lo juzgan, su mirada fija, parece ver otros horrores. Parece no ver el espectro que tiene enfrente. No ve el monstruo. No es conciente del peligro. Su mirada es dulce. Quizá no lo ve como un mostruo. Quizá lo ve como un ser enorme, ciego, falto de amor. Quizá tiene la vela porque necesita iluminar su camino, para ofrecerle flores. Quizá es el símbolo que ella le ofrece, la luz que lleva, es lo que realmente detiene y resuelve el enigma.
Hay siempre un poder más grande: y la violencia nunca habría derrotado al Minotauro. En cierto sentido, el Minotauro nunca podrá ser derrotado. Es también esto una parte de la vida, de nosotros, de la dualidad de la vida. El minotauro no es el mal. Repelente, triste, ligeramente patético y fascinante, es una figura ambigua. Representa algo de nosotros, algo que ha estado ignorado, algo de lo cual hemos perdido el control.
¿Pero a qué podemos apelar cuando este yo irracional se desencadena y enfurece? La respuesta, segùn Picasso, está en la niña, en la pureza del corazón y de las intenciones, en la luz y en la claridad de la visión. Esta aguafuerte es en parte una fábula que pide creer en el poder de los símbolos y en el dulce triunfo de la sabiduría y del amor.
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