Historias de un Mestizo en tiempos medievales
REENCUENTROS (Parte 2)
Hell pudo escuchar el grito de Alibeth, pero lo sentía más distante que nunca, al mismo tiempo una penumbra recorría sus cinco sentidos y paso solo a escuchar el latido de su corazón, el cual débilmente mantenía su ritmo, parecía como un letargo que lo mantenía suspendido en la total y completa nada. Fue así que se dio cuenta que sus pensamientos tenían mas fuerza que nunca y las preguntas que siempre se temía a formularse venían por si solas, como si el viento se las susurrara una y otra vez sin descanso.
Mientras tanto en el mundo real, Galet y Belgharath hacían hasta lo imposible para mantener a HellMetalero con vida como si fuese la suya propia la que estaban tratando de salvar. Podía verse cualquier cantidad de hechizos y latanias de cura perpetuarse en el cuerpo de su amigo, mientras que al mismo tiempo Alibeth le susurraba al oído: “Por favor no nos dejes… Justamente ahora que hemos de reencontrarnos… Justamente en este momento que todo havia vuelto a la normalidad….”, antes de que pudiese seguir con sus susurros, Keyzzer apoyó una mano en su hombro y le dijo: “Quédate tranquila amiga mía estas sosteniendo a uno de los seres mas fuertes de este continente… De seguro el sabrá salir airoso de esta situación”, Alibeth que sostenía la cabeza de Hell sobre su regazo dirigió su mirada hacia Keyzzer y contesto: “No se si sea tan cierto… Pero creo en su fuerza de voluntad”, esposando una pequeña sonrisa mientras las lagrimas todavía caían por su dulce rostro. Entre tanto Hell seguía siendo acosado por su conciencia en ese estado de letargo que no lo dejaba tranquilo, cada pensamiento que tenía lo atormentaba cada vez más. Fue en esos momentos que se dio cuenta de que no estaba totalmente solo, una extraña figura se le acercaba hacia el con paso definido, como si el objetivo fuese lo que restaba de nuestro amigo. Sin titubear Hell pregunto: “¿Dónde estoy?... ¿Quién eres?”, aquella misteriosa figura empezó a carcajear de forma intimidante y cuando estuvo lo suficientemente cerca de nuestro amigo contesto: “Soy aquel a quien Kain realmente aprecia… Y tu patético ser estas adentro de nuestra conciencia… La que impide que yo salga a menos que…”, esas palabras no hicieron mas que traerle pavor a nuestro amigo quien pudo darse cuenta que la personalidad del vástago estaba frente a sus ojos dispuesto a hacer lo que sea para poder salir.
El sol se estaba ocultando, como si dejase que la luna tomase su lugar en el firmamento de una forma bastante peculiar, la cual exalto los sentidos de Keyzzer quien dijo con firmeza: “Algo me dice que esta será una terrible noche… Debemos llevar a Hell a un lugar mas calido y…”, por alguna razón para nada aparente termino abruptamente su discurso, lo cual impulso a Alibeth a preguntar: “¿Acaso tus sentidos te están alertando de algo que nosotros no sabemos?”, Keyzzer carraspeo y sin esperar un segundo dijo: “Lleva demasiado tiempo inconsciente… Esto podría ser una señal de que el vástago esta tratando de salir y realmente pienso que no hay mejor oportunidad que esta…Hospedémonos en algún lugar y estemos atentos que el vástago no tome el control”, escuchando esas palabras Galet cargo a Hell sobre sus hombros y emprendieron rumbo hacia la posada mas cercana. Mientras caminaban Alibeth pudo percatarse que se estaba olvidando de algo, fue en el momento que tanteo su propia espalda cuando pudo darse cuenta de que no estaba cargando su arco, por un momento pensó en volver en sus pasos y darle búsqueda, pero al ver el estado de su amigo y presentir lo que Keyzzer estaba a punto de realizar si el vástago saliese a la luz la obligo a dejarlo atrás sin siquiera pensarlo una vez mas.
Al llegar a una posada no muy lejos de donde todo el conflicto dio a lugar, tanto Galet como Belgharath se hospedaron cada uno en una habitación mientras que Keyzzer llevo a Hell a otra donde el pasaría toda la noche cuidando de que el vástago no prevaleciese sobre su amigo. Habiendo pasado no menos que un par de minutos de que Keyzzer entrase a la habitación con Hell totalmente inconsciente, Alibeth hizo su entrada diciendo: “No voy a permitir que cometas una locura… Si en vez de Hell, el vástago a de despertarse todavía tenemos chances de salvar a nuestro amigo”, al mirar la cara de enojo de Alibeth y bien entraba al cuarto y escuchar lo que ella tenia que decir Keyzzer no hizo mas que carcajear sin control alguno hasta que su amiga pregunto: “¿Qué es lo gracioso de esta situación?”, Keyzzer trato de ponerle un alto a su carcajada diciendo entre sonriente: “Que todavía creas que soy tan bestia como parezco”. Sin mas que decirse uno al otro empezaron a reírse a coro por la situación que se havia generado hasta que el cuerpo de Hell empezaba a sacudirse y sus ojos brillaban con el fulgor rojo del vástago una y otra vez, al parecer la lucha que Hell estaba teniendo dentro de su conciencia con el vástago se exteriorizaba en su cuerpo mediante gemidos, revolcones y el fulgor de sus ojos, todo el carnaval en una sola persona.
Dentro de la conciencia de HellMetalero una gran batalla se estaba librando, al parecer la mas dura que nuestro amigo haya tenido alguna vez en su vida, como si fuesen dos titanes peleando por el control de la tierra Hell y el vástago se batían a duelo para saber quien iba a ser el ganador definitivo y quien se convertiría en nada mas y nada menos que una marioneta del otro, todo se representaba con un duelo de esgrima en el cual el vástago y nuestro amigo parecían estar bastante igualados en fuerzas. Todo lo que havia aprendido uno en su vida el otro lo havia incorporado al mismo tiempo, creándose una batalla casi interminable en la que solo la fuerza de voluntad de cada personalidad seria la que expondría el resultado final.
Mientras tanto Alibeth y Keyzzer espectaban con inquietud la batalla que se daba en el cuerpo de su amigo HellMetalero. La situación misma les recordaba a los dos aquellas historias de terror que sus padres solían contarles cuando eran chicos. Fue en ese momento que Keyzzer tomo el hacha que colgaba de su espalda de una forma un tanto dubitativa, hasta que la mano de Alibeth se poso sobre su antebrazo mientras que decía: “Confía en la fuerza de voluntad de Hell”, tales palabras hicieron que Keyzzer retirara su mano de la empuñadura de su hacha. Los dos miraban expectantes al resultado mientras que los gemidos se convertían en gritos, lo cual daba indicios de que cada personalidad estaba dando lo máximo de si para ganar y fueron tales gritos que alertaron al resto de las personas que se hospedaban en aquella taberna esa noche, entre ellos Galet y Belgharath quienes sin perder el mas mínimo momento se dirigieron a toda prisa al cuarto donde estaban sus amigos. Al entrar pudieron observar con terror el espectáculo que estaba dando HellMetalero.
Helados vientos que provenían de las costas cercanas al pueblo de Giran habían llegado para barrer con la neblina que cubría al pueblo entero y sus alrededores dejando en evidencia que algo raro pasaba en la posada “El aventurero Tuerto”, donde nuestros amigos se estaban hospedando. Aquellos fulgores rojos intermitentes atrajeron a más de un incauto, todos aquellos se posaron en las cercanías para ver el espectáculo y los rumores de lo que allí acontecía eran varios, pero todos con una misma hipótesis. “Un mago alquimista con poco cerebro debe estar haciendo de las suyas ahí adentro”, dijo uno ellos y la mayoría le daban la razón, hasta que uno de los hospedados salio con un gesto de pavor en el rostro tal que casi no podía producir palabra alguna y fue entre aquella muchedumbre que una enana curiosa pregunto: “¿Qué es lo que pudiste ver ahí adentro noble viajero?”, en el momento que aquel pobre hombre pudo recuperar la voz contesto: “Parece ser que un elfo oscuro esta siendo… siendo poseído”, al escuchar tales palabras la enana se estremeció tanto como el resto de los que decidieron poner atención a lo que el viajero tenia para decidir y sin perder mas tiempo aquella enana encapuchada se disperso entre el resto de la muchedumbre dirigiéndose a la tele transportadora mas cercana.
REENCUENTROS (Parte 2)
Hell pudo escuchar el grito de Alibeth, pero lo sentía más distante que nunca, al mismo tiempo una penumbra recorría sus cinco sentidos y paso solo a escuchar el latido de su corazón, el cual débilmente mantenía su ritmo, parecía como un letargo que lo mantenía suspendido en la total y completa nada. Fue así que se dio cuenta que sus pensamientos tenían mas fuerza que nunca y las preguntas que siempre se temía a formularse venían por si solas, como si el viento se las susurrara una y otra vez sin descanso.
Mientras tanto en el mundo real, Galet y Belgharath hacían hasta lo imposible para mantener a HellMetalero con vida como si fuese la suya propia la que estaban tratando de salvar. Podía verse cualquier cantidad de hechizos y latanias de cura perpetuarse en el cuerpo de su amigo, mientras que al mismo tiempo Alibeth le susurraba al oído: “Por favor no nos dejes… Justamente ahora que hemos de reencontrarnos… Justamente en este momento que todo havia vuelto a la normalidad….”, antes de que pudiese seguir con sus susurros, Keyzzer apoyó una mano en su hombro y le dijo: “Quédate tranquila amiga mía estas sosteniendo a uno de los seres mas fuertes de este continente… De seguro el sabrá salir airoso de esta situación”, Alibeth que sostenía la cabeza de Hell sobre su regazo dirigió su mirada hacia Keyzzer y contesto: “No se si sea tan cierto… Pero creo en su fuerza de voluntad”, esposando una pequeña sonrisa mientras las lagrimas todavía caían por su dulce rostro. Entre tanto Hell seguía siendo acosado por su conciencia en ese estado de letargo que no lo dejaba tranquilo, cada pensamiento que tenía lo atormentaba cada vez más. Fue en esos momentos que se dio cuenta de que no estaba totalmente solo, una extraña figura se le acercaba hacia el con paso definido, como si el objetivo fuese lo que restaba de nuestro amigo. Sin titubear Hell pregunto: “¿Dónde estoy?... ¿Quién eres?”, aquella misteriosa figura empezó a carcajear de forma intimidante y cuando estuvo lo suficientemente cerca de nuestro amigo contesto: “Soy aquel a quien Kain realmente aprecia… Y tu patético ser estas adentro de nuestra conciencia… La que impide que yo salga a menos que…”, esas palabras no hicieron mas que traerle pavor a nuestro amigo quien pudo darse cuenta que la personalidad del vástago estaba frente a sus ojos dispuesto a hacer lo que sea para poder salir.
El sol se estaba ocultando, como si dejase que la luna tomase su lugar en el firmamento de una forma bastante peculiar, la cual exalto los sentidos de Keyzzer quien dijo con firmeza: “Algo me dice que esta será una terrible noche… Debemos llevar a Hell a un lugar mas calido y…”, por alguna razón para nada aparente termino abruptamente su discurso, lo cual impulso a Alibeth a preguntar: “¿Acaso tus sentidos te están alertando de algo que nosotros no sabemos?”, Keyzzer carraspeo y sin esperar un segundo dijo: “Lleva demasiado tiempo inconsciente… Esto podría ser una señal de que el vástago esta tratando de salir y realmente pienso que no hay mejor oportunidad que esta…Hospedémonos en algún lugar y estemos atentos que el vástago no tome el control”, escuchando esas palabras Galet cargo a Hell sobre sus hombros y emprendieron rumbo hacia la posada mas cercana. Mientras caminaban Alibeth pudo percatarse que se estaba olvidando de algo, fue en el momento que tanteo su propia espalda cuando pudo darse cuenta de que no estaba cargando su arco, por un momento pensó en volver en sus pasos y darle búsqueda, pero al ver el estado de su amigo y presentir lo que Keyzzer estaba a punto de realizar si el vástago saliese a la luz la obligo a dejarlo atrás sin siquiera pensarlo una vez mas.
Al llegar a una posada no muy lejos de donde todo el conflicto dio a lugar, tanto Galet como Belgharath se hospedaron cada uno en una habitación mientras que Keyzzer llevo a Hell a otra donde el pasaría toda la noche cuidando de que el vástago no prevaleciese sobre su amigo. Habiendo pasado no menos que un par de minutos de que Keyzzer entrase a la habitación con Hell totalmente inconsciente, Alibeth hizo su entrada diciendo: “No voy a permitir que cometas una locura… Si en vez de Hell, el vástago a de despertarse todavía tenemos chances de salvar a nuestro amigo”, al mirar la cara de enojo de Alibeth y bien entraba al cuarto y escuchar lo que ella tenia que decir Keyzzer no hizo mas que carcajear sin control alguno hasta que su amiga pregunto: “¿Qué es lo gracioso de esta situación?”, Keyzzer trato de ponerle un alto a su carcajada diciendo entre sonriente: “Que todavía creas que soy tan bestia como parezco”. Sin mas que decirse uno al otro empezaron a reírse a coro por la situación que se havia generado hasta que el cuerpo de Hell empezaba a sacudirse y sus ojos brillaban con el fulgor rojo del vástago una y otra vez, al parecer la lucha que Hell estaba teniendo dentro de su conciencia con el vástago se exteriorizaba en su cuerpo mediante gemidos, revolcones y el fulgor de sus ojos, todo el carnaval en una sola persona.
Dentro de la conciencia de HellMetalero una gran batalla se estaba librando, al parecer la mas dura que nuestro amigo haya tenido alguna vez en su vida, como si fuesen dos titanes peleando por el control de la tierra Hell y el vástago se batían a duelo para saber quien iba a ser el ganador definitivo y quien se convertiría en nada mas y nada menos que una marioneta del otro, todo se representaba con un duelo de esgrima en el cual el vástago y nuestro amigo parecían estar bastante igualados en fuerzas. Todo lo que havia aprendido uno en su vida el otro lo havia incorporado al mismo tiempo, creándose una batalla casi interminable en la que solo la fuerza de voluntad de cada personalidad seria la que expondría el resultado final.
Mientras tanto Alibeth y Keyzzer espectaban con inquietud la batalla que se daba en el cuerpo de su amigo HellMetalero. La situación misma les recordaba a los dos aquellas historias de terror que sus padres solían contarles cuando eran chicos. Fue en ese momento que Keyzzer tomo el hacha que colgaba de su espalda de una forma un tanto dubitativa, hasta que la mano de Alibeth se poso sobre su antebrazo mientras que decía: “Confía en la fuerza de voluntad de Hell”, tales palabras hicieron que Keyzzer retirara su mano de la empuñadura de su hacha. Los dos miraban expectantes al resultado mientras que los gemidos se convertían en gritos, lo cual daba indicios de que cada personalidad estaba dando lo máximo de si para ganar y fueron tales gritos que alertaron al resto de las personas que se hospedaban en aquella taberna esa noche, entre ellos Galet y Belgharath quienes sin perder el mas mínimo momento se dirigieron a toda prisa al cuarto donde estaban sus amigos. Al entrar pudieron observar con terror el espectáculo que estaba dando HellMetalero.
Helados vientos que provenían de las costas cercanas al pueblo de Giran habían llegado para barrer con la neblina que cubría al pueblo entero y sus alrededores dejando en evidencia que algo raro pasaba en la posada “El aventurero Tuerto”, donde nuestros amigos se estaban hospedando. Aquellos fulgores rojos intermitentes atrajeron a más de un incauto, todos aquellos se posaron en las cercanías para ver el espectáculo y los rumores de lo que allí acontecía eran varios, pero todos con una misma hipótesis. “Un mago alquimista con poco cerebro debe estar haciendo de las suyas ahí adentro”, dijo uno ellos y la mayoría le daban la razón, hasta que uno de los hospedados salio con un gesto de pavor en el rostro tal que casi no podía producir palabra alguna y fue entre aquella muchedumbre que una enana curiosa pregunto: “¿Qué es lo que pudiste ver ahí adentro noble viajero?”, en el momento que aquel pobre hombre pudo recuperar la voz contesto: “Parece ser que un elfo oscuro esta siendo… siendo poseído”, al escuchar tales palabras la enana se estremeció tanto como el resto de los que decidieron poner atención a lo que el viajero tenia para decidir y sin perder mas tiempo aquella enana encapuchada se disperso entre el resto de la muchedumbre dirigiéndose a la tele transportadora mas cercana.
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