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Los Ojos de la Inocencia

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  • #91
    Muy buena, muy buena !!!!!

    espero la continuacion no me defraudes!!!! (todo el mundo sabe que trabajar bajo presion es mas productivo :P)

    saludos !
    XD
    MAKE IT GROW PUNK

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    • #92
      Capitulo VIII Parte 7

      Un terrible aullido salió de Driangor mientras se desplomaba al suelo.

      - Ya deberías saber que no puedes ganarme – Le dijo cogiéndole por uno de sus brazos y rompiéndoselo con suma facilidad.

      El dolor empezaba a inundar su mente, impidiéndole pensar con claridad. Pocas eran las palabras que conseguía formar en su cabeza por culpa de sus heridas, y todas ellas relacionadas con su fracaso. Sentía como le había fallado a su hermana y a Sarath, recordaba la mirada de desconfianza de su padre, el trato esquivo de sus compañeros, pero sobretodo, el dolor que más le estaba matando, no era el de su cuerpo malherido, sino, saber que no podría volver a ver a Aisha.

      Temía que aquel fuera el final de todo, y por ello, quería que la última imagen que tuviera antes de morir, fuera el de su rostro sonriendo una vez más. Por lo que, no sabía bien, si era por culpa de las lesiones o del dolor de su alma, empezó a llorar desconsoladamente.

      Gargant caminó alrededor de Driangor en gesto triunfante, disfrutando de cada una de las lágrimas y sollozos de él.

      - ¿Eso es todo? – Le preguntó mientras seguía caminado alrededor suyo. – ¿Dónde esta ese odio que me habías enseñado antes? ¿Qué pasó con tu instinto asesino? Eres patético… - Se limitó a decir dándole la espalda y mirando la entrada de la cueva. – Tendré que buscar un poco más de diversión.. – Añadió, empezando a caminar.
      - ¡Espera! – Oyó a su espalda.

      Se giró lentamente sin preocuparse, y vio cómo Driangor, intentaba levantarse del suelo con mucha dificultad.

      - No dejaré que les hagas daño, le prometí a mi hermana que me encargaría de ti y es lo que pienso hacer – Le dijo desafiante, incorporándose a duras penas.

      Gargant esbozó una sonrisa y se volvió hacia él para volver a pelear.

      - Como si pudieras hacer algo en tu estado – Le indicó mirándole fijamente.
      - No me importa morir si con ello consigo salvar a Sarath y a mi hermana.
      - Tranquilo, no voy a matarte – Le dijo sorprendiendo a Driangor. – Quiero que veas como antes elimino a esa humana de la que estás tan enamorado, sólo entonces, cuando contemple tu rostro compungido por el dolor, te mataré.
      - Si te atreves a… - Intentó decir, cuando un fuerte zarpazo le interrumpió tirándolo al suelo de nuevo.
      - Haré lo que quiera, y tú no me vas a detener, no mientras sigas siendo un humano que sigue soñando con vivir un amor de leyenda – Escuchó el joven dragón mientras sentía como un hilo de sangre se deslizaba por su mejilla.
      - ¿Por qué odias tanto a los humanos? – Le preguntó para seguir atrayendo toda su atención y así evitar que pudiera ir a por Sarath y su hermana. - ¿Por qué esa aversión hacia ellos? ¿Qué os han hecho tanto a mi padre como a ti para qué les guardéis tanto rencor?

      Gargant se mantuvo en silencio un rato sin mover un solo músculo, mirando a Driangor. Su mirada había perdido parte de aquel brillo asesino que tenía antes, pero aún así seguía siendo tan fría como siempre.

      Parecía que la pregunta que le había hecho le había sumido en un profundo pensamiento, como si estuviera horadando en lo más profundo de su ser para intentar contestarle.

      - ¿De verdad quieres saberlo? – Le preguntó con aire desafiante.

      El silencio que continuó a la preguntaba respondió a su cuestión.

      - Por que por culpa de ellos, mi corazón ha sido herido 2 veces.

      Fin Parte 7

      p.D: Muchas gracias por todos vuestros ánimos

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      • #93
        de nada !! vos mandale que ta bueno!!!
        MAKE IT GROW PUNK

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        • #94
          Capitulo VIII Parte 8

          - ¿Cómo?
          - Los humanos son seres que sólo se preocupan de si mismos. Todo lo ajeno a ellos les asusta y huyen sin importarles nada más que si mismos. – Le dijo con un tono de calma y sufrimiento, indicándole a Driangor, que hace tiempo, que había sufrido mucho por culpa de ellos.
          - No todos son así, hay algunos buenos.
          - Al principio, pero al final, todos son iguales, unos egoístas que destruyen y matan todo lo que no entienden o es diferente.
          - ¡Aisha no es así!
          - ¡Si que lo es! ¡No hay ninguna distinción entre ellos! – Bramó con furia.
          - Puede que tengas razón, que en verdad ellos sean los verdaderos animales, y que se les debería tratar como tales, pero aún así, ¿por qué le has hecho eso a Sarath y a Lehahiah? ¿por qué todo ese odio hacia mi?
          - Por qué no puedo soportar el ver como les tratas tan amablemente, como si en verdad fueran nuestros semejantes, has sido contaminado por sus palabras vacías, por sus aparentes actos y su engañosa ternura. Ahora piensas y sientes igual que ellos, y casi tienes su mismo olor, es por ello, que desde mi punto de vista, eres un humano, y es por ello que debes morir.
          - Habláis del egoísmo de los humanos y vosotros también demostráis ese sentimiento negativo – Le acusó Driangor levantándose una vez más.
          - ¿Qué has dicho? – Le preguntó clavando sus garras en el suelo.
          - Lo que habéis oído, sólo pensáis en vosotros, sin importar la opinión de los demás. Yo sólo quiero estar con ella, no me importa abandonar mi casa, sin con ello, puedo estar junto a Aisha toda la vida.
          - ¡Tonterías! – Gritó el dragón negro saltando hacia él para morderle.

          Driangor que había previsto su ataque intentó esquivarlo, pero por culpa de las heridas, no consiguió evitarlo. Los dientes de Gargant se hundieron en su cuello y una de sus garras le desgarró todo el lomo.

          Una nueva oleada de dolor le inundó, su sangre empezaba a tintar el suelo y sentía como su fuerza desaparecía rápidamente. Ahora sí estaba seguro de que iba a morir y con un dolor en su corazón, cerró los ojos aguardando la muerte para al menos así, poder escapar de ese sufrimiento.

          “Te quiero Aisha, lo siento”, fue lo último que dijo mientras empezaba a notar como el dolor poco a poco iba desapareciendo, y eso, sólo podía significar una cosa, la muerte empezaba a abrazarle y a acogerle en su seno.

          Fin Parte 8

          p.D: En breves la parte 9

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          • #95
            jujujujujujujujuju .. vo mandale
            MAKE IT GROW PUNK

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            • #96
              Capitulo VIII Parte 9
              Gargant le liberó de su mordedura dejando caer el cuerpo casi inerte del dragón al suelo. Apenas se movía un poco, era claro que iba a morir por las heridas producidas de un momento a otro, y aunque con ello sus aspiraciones se habían truncado, el resultado iba a ser el mismo.

              - Aisha... – Musitó Driangor levantando su brazo y mirando hacia el frente. La figura de su amada se encontraba delante de él sonriéndole.

              El dragón negro le miró sorprendido ante la fortaleza que estaba demostrando su enemigo, de no abandonar en ningún momento sus sentimientos y sus ganas de ver nuevamente a su amor.

              “¿Por qué sigues?” Pensó, no le entendía, ni tampoco llegaba a comprender como un ser como él podía estar tan enamorado de una especie inferior, pero lo que más le dolía o más le resultaba incomprensible, es que ella también sintiera esos mismos sentimientos por él.

              - En realidad te envidio escoria... – Dijo tan débilmente que parecía más un murmullo. - Ealis… - Dijo nuevamente entre susurros.

              La mano de Gargant tembló unos instantes, debido a que por su mente empezaron a pasar cientos de imágenes de una mujer de cabellos dorados muy hermosa con unos ojos tan azules como el mismo cielo.

              Una lágrima se derramó por su ojo en señal de pena. Gargant se llevó su mano hasta la cara, y recogiendo la lágrima, se quedó mirando su palma observando la pequeña gota que descansaba sobre ella. Había pasado demasiado tiempo desde la última vez que había derramado una lágrima por cualquier circunstancia, y mucho más aún por culpa de un humano.

              Cerró el puño con fuerza con gesto de odio, y bajándolo, depositó su mirada en Driangor.

              - ¡Tú! – Le gritó en tono acusador - ¡Por tu culpa he vuelto a recordar algo que no quería! ¡Te mataré! – Le dijo dándole una fuerte patada en las costillas.

              El golpe le rompió un par de costillas que le produjeron un dolor aún más agudo. Escupiendo un poco de sangre, volvió a levantar su mano para intentar alcanzar su visión.

              Gargant le cogió por su cabeza y la levantó con fuerza.

              - Se acabó – Le dijo al oído con un toque de dulzura. – Descansa en paz…. - Declaró soltando su cabeza y levantando su garra para terminar por fin con su vida.
              - ¡Basta! – Oyó de pronto.

              Se giró para ver quien había gritado cuando una gran cola de escamas rojas le golpeó con gran fuerza lanzándolo contra la pared de la cueva.

              Fin Parte 9

              p.D: En seguida el 10

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              • #97
                segui tranki q ta muy bueno
                PD: x favor q no muera el personaje principal
                "El poder ilimitado es glorioso hasta q adquieres el entendimiento ilimitado"..... Dejame ser tu maestro:http://xgrumix.elbruto.es

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                • #98
                  Woooooaaaaa...







                  Agregale mas piñas a tu historia. Bah no es que te quiera decir que escribir pasa que acabo de ver a Chuck en "Texas Ranger" y me quedo la onda de "patada+piña+uppercut+zurda-zurda-rodilla-zurda+cabezaso"...



                  Ta wena la historia me la lei de un tiron. UP
                  Profesion: Orto-Destructor
                  Nombre de Pila: Pila
                  Apodo: Taurent (banned) AtubaTauren (vigente)
                  Edad: 637 dias despues del nacimiento de The0ne hasta nuestra era
                  Nivel: 68
                  Nivel real (no mientas pendejo): 52
                  Clan: se busca


                  Originally posted by Mi mejor amigo
                  Vamos, me estas defraudando, rolero, anda a poner bazzinga por ahí, que es re gracioso y nadie jamas lo hace por que es super original.
                  BAZINGA!

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                  • #99
                    son distintas formas d escribir chuck era bueno para explicar ls peleas y le gustaba ser muy detallado en eso x eso tenia esa modalidad para escribir en cambio Ice wolf es bueno con la npoesia y inclina su historia asia lo q es mejor
                    "El poder ilimitado es glorioso hasta q adquieres el entendimiento ilimitado"..... Dejame ser tu maestro:http://xgrumix.elbruto.es

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                    • Capitulo VIII Parte 10

                      El golpe fue bastante fuerte, dejándolo aturdido durante unos instantes. Se quedó apoyado en la roca esperando a que se le pasara el aturdimiento.

                      No podía ver nada más que formas borrosas por culpa del choque, por lo que decidió no moverse estúpidamente para no arriesgarse a ser golpeado nuevamente debido a su momentánea vulnerabilidad.

                      - ¿Quién eres? – Preguntó mirando en todas direcciones.

                      No hubo ninguna respuesta, o al menos verbalmente, sólo podía escuchar movimientos delante de él.

                      - ¡Responde! – Rugió lanzando un zarpazo al aire.
                      - ¡Bastardo! – Respondió la voz seguida de un zarpazo que le hirió en el pecho. Fue una herida superficial por la que apenas brotaba un hilo de sangre, pero el mero hecho de ser herido, le supuso un duro golpe en el orgullo del dragón.

                      Golpeó con sus brazos y cola en todas direcciones intentando pegar a quien le había atacado, pero sólo eran golpes ciegos que unidos a su confusión, no conseguían impactar contra nada más que el suelo o el aire.

                      Cansado de atizar a la nada, tomó una actitud más relajada, y se quedó esperando a recuperar la vista mientras agudizaba sus otros sentidos para estar preparado en caso de un nuevo ataque.

                      - ¿Qué se siente al ser tú ahora la presa? – Le preguntó la extraña voz.

                      Gargant no dijo nada, simplemente se quedó quieto intentando pensar de quien era aquella voz. Con la calma, se dio cuenta de que era femenina y muy conocida.

                      - Lehahiah… – Dijo en tono amenazante. No podía creer que le hubiese costado tanto saber que había sido ella.
                      - Así es – Le respondió la joven dragona desde una distancia prudencial. Sabía que él ahora era vulnerable, pero había sido una gran guerrera durante bastantes años para saber que no se debe menospreciar al enemigo en ningún momento, y menos a Gargant, de quien se decía que era el dragón más poderoso de todos.
                      - Eres muy valiente al intentar plantarme cara pequeña – Le dijo a la vez que notó como sus ojos empezaban a recuperar la claridad.
                      - En realidad no he vuelto para pelear.
                      - ¿Cómo? – Le preguntó levantando la vista.

                      Aún tardo un momento en volver a ver las cosas con una perfecta nitidez, pero consiguió distinguir la figura de Driangor y Lehahiah un poco alejados de él, a la vez que también advirtió de que una extraña luz se encontraba bajo sus pies.

                      - Volveremos para vengarnos… Gargant…. - Dijo amenazante la dragona.

                      La luz poco a poco empezaba a brillar con más intensidad. Gargant, que había recuperado la vista totalmente, observó como una luz roja empezaba a envolver los cuerpos de Driangor y Lehahiah. Y agudizando más su mirada, también percibió que en una de las manos de la dragona, se encontraba Sarath en su forma humana desmayada.

                      - ¡Maldita! – Gritó corriendo hacia ellos para impedir que huyeran.
                      - Nos veremos – Le dijo Lehahiah desapareciendo en la luz junto a su hermano y a Sarath mientras miraba a Gargant con odio y rencor.

                      Se produjo una gran explosión de llamas que desapareció en un suspiro, dejando donde antes estaban ellos, unas simples cenizas en el suelo.

                      Fin Parte 10

                      p.D1: En breves la parte 11 que será en un principio el fin del capitulo VIII, y desde mi punto de vista, será uno de los mejores momentos de todos, por la escena que veréis. Gracias de nuevo a todos los que seguís la historia y también a todos aquellos que escriben sus post dándome ánimos y criticas para que pueda mejorar más, a todos vosotros, gracias

                      p.D2: Tienes razón emilio, la verdad es que a mi no me gusta escribir o mejor dicho, describir usando el recurso léxico, momentos de violencia en plan, puño, patada, voló por los aires, etc, prefiero describir mejor la situación, cada acción de los personajes, y también lo que se les pasa por la cabeza en todo momento mientras realizan esas acciones, no se si hago bien describiendo tantas cosas o quizás me paso escribiendo sus pensamientos, pero es que la verdad, me gusta hacer eso. Aún así, como dije antes, agradezco de todo corazón todas las criticas, por que así es la única manera de poder seguir avanzando

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                      • muy buena esa parte segui....q sos muy bueno...nada q ya no t ayan dicho
                        "El poder ilimitado es glorioso hasta q adquieres el entendimiento ilimitado"..... Dejame ser tu maestro:http://xgrumix.elbruto.es

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                        • oO como sigue??
                          Muy Buena la historia!!
                          sigpic

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                          • muy buena historia sigue asi
                            sigpic
                            Yesterday is history, tomorrow is a mistery, but today is a gift.
                            LordDuncan: Warlord, clan Pitbull
                            LordSidius :TH, leveadorDeMochis.
                            TheStunner: poderoso Dark Avenger en ascenso 8D.
                            CRASH : Wolf tambien conocido como "me la paso muerto" o "me miran y muero".
                            NASHGOUL: BH-administrador de adenas-corredor de bolsa, y el que le compra la comida a CRASH.

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                            • Bueno, como dije, aquí esta la última parte del capitulo VIII, intenté que quedara muy bien, pero no se como habrá sido el resultado, así que me gustaría que dejarais vuestra opinión sobre ello. La verdad es que es bastante largo así que lo voy a poner en dos post seguidos, por que no creo que quepa solo en uno.

                              Capitulo VIII Parte 11

                              En sólo un parpadeo, todo su paisaje había cambiado completamente, ya no se encontraban en la entrada de la prisión de los dragones, sino en un pequeño claro de un frondoso bosque iluminado por la luz de la luna.

                              Lehahiah apenas había pensado a donde huir, pues lo que ella más deseaba era poner la mayor distancia entre ellos y Gargant. Y aquel lugar, parecía ser por el momento un lugar seguro.

                              Dejó a Sarath en el suelo con mucho cuidado y se volvió a su hermano. Contempló con un gran sentimiento de culpa las heridas de Driangor, y a medida que se iba percatando de cómo se encontraba, su corazón se le iba oprimiendo más y más.

                              - Lo siento – Dijo agachando la cabeza. – Todo ha sido culpa mía.
                              - ¿Lehahiah? – Oyó detrás de ella.

                              Se giró rápidamente al oír aquella voz tan familiar y una pequeña alegría inundo su corazón triste al ver a Sarath despierta mirándola.

                              - ¡Sarath! – Gritó.

                              Una pequeña sonrisa se dibujo en su rostro. Dio un paso hacia atrás, y envolviéndose en llamas, se transformó en humana para sentirse más cerca de ella.

                              Le tomó la mano con delicadeza y sin poder reprimir las lágrimas, se echó a llorar.

                              - Por favor perdóname – Dijo sollozando.
                              - ¿Por qué me dices eso? – Le dijo calmadamente y con cariño.
                              - Si hubiese cumplido las órdenes de mi padre...
                              - Driangor estaría llorando desconsoladamente y yo sufriría viéndole así, no has hecho nada malo – Dijo cortándola y acariciándole la cabeza con dulzura.
                              - Pero....
                              - Shhhh – Le interrumpió cerrándole los labios con un dedo. – De verdad Lehahiah, no has hecho nada malo.

                              Aquellas palabras de humildad y afecto era lo que ella en verdad necesitaba en ese momento. Y sin poder evitarlo, le abrazó con fuerza y depositando su cabeza sobre su pecho, volvió a llorar.

                              - Tranquila – Le dijo dándole un beso en la cabeza. La miró unos instantes con ternura para luego ver a Driangor. - ¿Puedo pedirte un favor?- Le preguntó sin dejar de acariciarla.
                              - Por supuesto – Respondió.
                              - Despierta a Driangor, necesito hablar con él cuanto antes.
                              - ¿Por qué?
                              - No tengo mucho tiempo...
                              - No te entiendo – Le dijo con incredulidad. Se reincorporó un poco y notó como sus manos estaban un poco húmedas. La dejó de abrazar para ver que era aquello, y contempló horrorizada, como sus palmas estabas manchadas de sangre.
                              - ¡Sarath! Tu... –

                              La dragona la contempló sonriendo, como si ella no supiera lo que estaba pasando, o por el contrario, hubiera asumido ya la verdad de aquello.

                              - Por favor Lehahiah, no quiero irme sin despedirme de él.
                              - ¡No! ¡No puedes morirte! ¡No quiero que te mueras! – Gritó desesperadamente.
                              - Por favor....
                              - ¡No quiero que me dejes!

                              Sarath le puso una mano en el hombro y con la otra, le recogió las lágrimas de sus ojos sin perder en ningún momento la sonrisa.

                              - Habéis cambiado mucho princesa, ya no veo en vuestros ojos aquella mirada fría de antaño. Vuestros ojos están llenos de sentimientos y sensaciones, no recordaba que antes se pudiera apreciar algo en ellos. Parece ser que tu hermano no sólo me ha cambiado a mí…
                              - No sólo ha sido Driangor.. – Comentó llevándose las manos a su pecho y recordando aquel encuentro con Milner.
                              - Entonces no deberías dejar que esa persona desaparezca de tu vida, pues debe ser alguien increíble si ha conseguido hacerle sentir a la que antes era conocida como la Reina del Hielo.
                              - Si, pero no es tan fácil, por que él es….
                              - Un humano.
                              - ¿Cómo lo sabes?
                              - Es natural, ya que te estas comportando igual que el, posees su mismo brillo en tus ojos, y todas las palabras que dices esta cargadas de afecto y preocupación. Parece ser que después de todo, los humanos no son tan malos…
                              - Ojala los nuestros pensaran igual.
                              - No puedes cambiar una creencia de más de 1000 años en solo un instante. Tranquila, algún día todo será distinto.
                              - No podría desear nada más….
                              - Y ahora Lehahiah, por favor….

                              La dragona agachó la cabeza en señal de aceptación y se levantó. Se dirigió hacia su hermano y le puso su mano en la cabeza. Recitó un pequeño conjuro y el cuerpo de su hermano volvió a ser el de un humano.

                              Aún bajo aquella apariencia, se le podía ver las heridas que Gargant le había causado. Le puso dos dedos en su frente, y recitando otro hechizo, hizo que su hermano recuperara la consciencia.

                              - ¿Hermana? – Le preguntó Driangor incrédulo al verla.
                              - ¡Hermano! – Gritó abrazándole con efusividad. – Temía perderte cuando te dejé a solas con Gargant.

                              Una nueva ola de dolor le volvió a sacudir a causa del abrazo de su hermana, pero no dijo ni hizo nada, como si el daño no existiera. En ese momento, lo que a él más le preocupaba era su hermana, y no quería que por culpa de unos rasguños, su pequeña alegría se convirtiera en preocupación.

                              - Estoy bien – Dijo intentando mentirla. – Soy yo el que tenía miedo de no volverte a ver. ¿Cómo esta Sarath?
                              - Bien… - Dijo entrecortadamente tratando de evitar que su hermano se pudiera dar cuenta de la verdad.
                              - ¿Dónde está?
                              - Allí – Señaló bajando la mirada. No podía soportar engañarle en aquel preciso momento, pero sabía que era necesario, de lo contrario, Sarath no podría sentirse a gusto si él supiera la verdad.
                              - Gracias – Le dijo a su hermana dándole un beso en la frente. – Muchísimas gracias por protegerla.

                              Aquel gesto de afecto le sintió como una cuchillada en su corazón. Driangor se levantó con un poco de dificultad y se acercó hacia donde estaba ella.

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                              • - Vaya pintas – Bromeó la dragona para intentar crear un poco de buen ambiente.
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                                - Un poco…
                                - ¿Ocurre algo?
                                - No, nada. ¿Puedes sentarte a mi lado?
                                - Claro – Dijo un poco incrédulo ante aquella petición.

                                Se sentó junto a ella con mucho cuidado a causa de sus heridas. Sarath apoyo su cabeza sobre el hombro de Driangor y se quedó contemplando las estrellas.

                                Lehahiah entretanto, se había alejado un poco del claro para dejar a solas a Sarath y su hermano, pies no quería ver aquella escena tan triste. Caminó unos metros entre la espesura del bosque y se detuvo en un tronco. Se apoyó en él y mirando al cielo rogó por que todo esto fuera sólo un sueño.

                                - Es tal y como prometimos… - Musitó Sarath sin dejar de apartar sus ojos de las estrellas.
                                - ¿A qué te refieres?
                                - A la promesa que nos hicimos hace años, ¿te acuerdas? Prometimos q siempre estaríamos juntos hasta el final.
                                - Claro que me acuerdo, ¿pero por que estés pensando en eso ahora?
                                - La verdad es que siento envidia de Aisha, ha conseguido algo que yo he anhelado durante años – Le dijo ignorando su pregunta.
                                - No te entiendo….
                                - Te quiero Driangor, desde la primera vez que te vi, siempre te he querido.

                                El dragón se quedó totalmente atónito ante la declaración de Sarath. Se volvió para verla, y observó que le estaba mirando con unas lágrimas en sus ojos.

                                - Yo… - Intentó decir, pero Sarath le tapó la boca con la mano.
                                - No tienes que decir nada, ya que sé la respuesta. La veo en tus ojos, y es que tu mirada hacia mí, no ha cambiado nunca, siempre me has visto como una hermana. No sabes como desearía que tus ojos me vieran como ves a Aisha.
                                - ¿Por qué me dices todo esto ahora?
                                - Por que no me gustaría irme sin haberte dicho todo lo que en verdad siento – Le dijo mientras su cabeza se deslizaba por su hombre y caía al suelo de espaldas.
                                - ¡Sarath! – Gritó cogiéndola e incorporándola un poco.

                                Cuando la incorporó, sintió algo calido y fluido en su mano. La volvió a recostar con cuidado en el suelo para ver que era aquello, y para su asombro, vio como toda su mano estaba manchada de sangre.

                                - Pero… - Dijo intentando encontrar unas palabras para poder decirle algo.

                                La dragona, le puso una mano en la mejilla que Driangor.

                                - Por favor, no te pongas igual que tu hermana, no deseo que este ultimo momento, sea algo triste. Estoy feliz de ver que tú estas bien.
                                - Seguro que aún podemos hacer algo por ti, aún estamos a tiempo – Dijo desesperadamente. - ¡Lehahiah! ¡Hermana por favor ven, te necesito! – Gritó con todas sus fuerzas.

                                Lehahiah escuchó los alaridos agónicos de su hermano, pero sabía que no podía ir. Se tapó los oídos intentando aislarse de aquel momento, mientras su corazón se encogía y las lágrimas empezaban nuevamente a derramarse por sus pómulos.

                                - ¿Dónde se ha metido? – Se preguntó mirando a todas direcciones intentando ver a su hermana.
                                - Por favor déjalo, no podéis hacer nada, nadie puede.
                                - ¡No lo acepto! ¡No voy a dejarte morir ante mis ojos!
                                - ¡Driangor! – Le cortó – Está bien, de verdad, no tengo miedo.
                                - Pero…
                                - Ahora que tú estas aquí y que por fin te he abierto mi corazón, ya puedo descansar.
                                - ¡No! – Exclamó cogiéndole de de la mano y apretando con fuerza.
                                - Sólo hay algo de lo que me arrepiento, y es el no haberte dicho todo lo que en verdad sentía por ti, puede que si hubiera tenido el valor de habértelo contado, quizás tu habrías cambiado esa forma de verte, y hubiésemos sido algo más. Pero aún así me alegro de haber estado a tu lado todo este tiempo.
                                - ¡Estupida! – Le gritó mientras lloraba. - ¿Por qué nunca me lo dijiste?
                                - Por que pensé que tú jamás podrías fijarte en alguien como yo, y menos aún cuando siempre me has tratado como tu hermana menor. No quería que la relación que teníamos pudiera estropearse si te lo decía.
                                - No quiero perderte, y menos ahora… - Le rogó acercándose su mano a sus labios y besándola.
                                - Ahora…. – Dijo muy débilmente Sarath – Por fin veo en tus ojos ese brillo que sólo has tenido para ella. Gracias, era lo último que deseaba….
                                - ¡Sarath!
                                - Por favor, protege y cuida a Aisha….
                                - Claro que la protegeré, y tú estarás ahí para verlo.
                                - No temas, estaré junto a ti en todo momento – Le dijo cerrando los ojos.
                                - ¡No!
                                - Te quiero… - Dijo con sus últimas palabras.

                                La mano de Sarath se deslizó por la de Driangor y cayó al suelo.

                                No se oía nada, pues no había palabras en cualquier idioma que pudieran expresar el dolor que en ese momento inundaba ese lugar. Antes eran dos los corazones que latían uno por el otro, pero ahora, sólo quedaba uno que agónicamente, latía por el recuerdo del otro.

                                Fin Capitulo VIII

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