Los Ojos de la Inocencia Capitulo V Parte VII
Era la primera vez que la veía. Aquella aparente fragilidad, esa mirada inocente. Eran unas cualidades demasiado absurdas y triviales para que un dragón se fijara mínimamente o atrajera un poco su atención.
A simple vista parecía una humana común y corriente sin nada especial, pero entonces…¿Qué tenía para que su hermano estuviera enamorado de ella?.
Decidió no actuar en ese mismo instante. Se sentía como una cazadora que jugaba con su presa, permitiéndole vivir durante un tiempo más, para disfrutar viendo como actuaba en presencia del miedo.
Aisha miró a su alrededor intentando encontrar a Driangor. Al no verle, pensó por un instante en la posibilidad de que nuevamente volvía a desaparecer sin decir nada.
“¡No!” gritó mientras negaba con la cabeza. Sabía que la promesa que le había hecho el día anterior era cierta y no se había tratado de una mentira para intentar quedar bien con ella. Sus ojos en aquel momento demostraban una seguridad y confianzas firmes, por lo que seguro, que aparecería tarde o temprano… al menos eso era lo que deseaba su corazón.
Se sentó a la orilla del lago contemplando la luna y su reflejo sobre la superficie cristalina, aguardando la llegada de Driangor, sin mostrar un gesto de disgusto o desconfianza en su posible ausencia.
- ¿ Por qué no vienes? – Preguntó en voz baja deseando que el viento que sentía en su piel transportara hasta el dragón su pregunta.
Tomó la piedra que le había regalado en aquella mágica noche y la apretó con gran fuerza sobre su pecho, mientras una y otra vez en su mente, rogaba por volver a verle.
“Estúpida humana” pensó Lehahiah entretanto seguía observando desde su escondite, lo que hacía. No podía entender el porque de su insistencia. No aparecía, había faltado a su promesa y aún así ella seguía esperando por él, como si todo lo que le estaba haciendo hasta el momento, no fuera nada malo. ¿Acaso todo lo que hacía era por amor? No podía ser, era inconcebible que amara a Driangor y se casara con otro hombre, pero entonces….¿por qué?.
“Por favor..” suplicaba Aisha mientras unas pequeñas lágrimas se deslizaban por sus mejillas. “Deseo verte para poder hablar contigo…por favor..”
- No va a venir por mucho que lo desees humana.
Fin Parte VII
Era la primera vez que la veía. Aquella aparente fragilidad, esa mirada inocente. Eran unas cualidades demasiado absurdas y triviales para que un dragón se fijara mínimamente o atrajera un poco su atención.
A simple vista parecía una humana común y corriente sin nada especial, pero entonces…¿Qué tenía para que su hermano estuviera enamorado de ella?.
Decidió no actuar en ese mismo instante. Se sentía como una cazadora que jugaba con su presa, permitiéndole vivir durante un tiempo más, para disfrutar viendo como actuaba en presencia del miedo.
Aisha miró a su alrededor intentando encontrar a Driangor. Al no verle, pensó por un instante en la posibilidad de que nuevamente volvía a desaparecer sin decir nada.
“¡No!” gritó mientras negaba con la cabeza. Sabía que la promesa que le había hecho el día anterior era cierta y no se había tratado de una mentira para intentar quedar bien con ella. Sus ojos en aquel momento demostraban una seguridad y confianzas firmes, por lo que seguro, que aparecería tarde o temprano… al menos eso era lo que deseaba su corazón.
Se sentó a la orilla del lago contemplando la luna y su reflejo sobre la superficie cristalina, aguardando la llegada de Driangor, sin mostrar un gesto de disgusto o desconfianza en su posible ausencia.
- ¿ Por qué no vienes? – Preguntó en voz baja deseando que el viento que sentía en su piel transportara hasta el dragón su pregunta.
Tomó la piedra que le había regalado en aquella mágica noche y la apretó con gran fuerza sobre su pecho, mientras una y otra vez en su mente, rogaba por volver a verle.
“Estúpida humana” pensó Lehahiah entretanto seguía observando desde su escondite, lo que hacía. No podía entender el porque de su insistencia. No aparecía, había faltado a su promesa y aún así ella seguía esperando por él, como si todo lo que le estaba haciendo hasta el momento, no fuera nada malo. ¿Acaso todo lo que hacía era por amor? No podía ser, era inconcebible que amara a Driangor y se casara con otro hombre, pero entonces….¿por qué?.
“Por favor..” suplicaba Aisha mientras unas pequeñas lágrimas se deslizaban por sus mejillas. “Deseo verte para poder hablar contigo…por favor..”
- No va a venir por mucho que lo desees humana.
Fin Parte VII
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